La mayor expectativa en la Casa Rosada sobre el discurso de hoy de la presidenta Cristina Kirchner ante la Asamblea Legislativa se centralizó ayer en el posible anuncio de una intervención del Estado en la petrolera YPF y en la escalada diplomática con Gran Bretaña por la soberanía sobre las islas Malvinas, ambos temas a los que apelará para sostener su nueva estrategia de darle a su gobierno una extrema impronta nacionalista.
La Presidenta hablará desde las 12 al inaugurar el 130° período de sesiones ordinarias del Congreso. La defensa de la soberanía petrolera y territorial y la exacerbación de la argentinidad contra las amenazas de Gran Bretaña serán un eje central del mensaje presidencial.
Otra clave, confiaron ayer a La Nacion en Balcarce 50, será la entronización de una nueva política de transportes al tope de su futura agenda política. Con ello buscará retomar la iniciativa tras la tragedia de Once, que dejó 51 muertos y 700 heridos el miércoles 22 de febrero.
Mientras dura la intervención en TBA por 15 días, la Presidenta espera los peritajes mecánicos de la Justicia para decidir si rescinde la concesión de las líneas Mitre y Sarmiento, que explota el Grupo Cirigliano. Esta, decían en la Casa Rosada, sería la alternativa más probable.
Se espera un tono crispado, cargado de un espíritu combativo, con fuertes críticas a los medios de prensa y al jefe del gobierno porteño, Mauricio Macri, que ayer rechazó el traspaso de los subterráneos, como pretendía la Nación.
En este contexto, Cristina Kirchner tiene la decisión política tomada de avanzar sobre la petrolera YPF, cuyo accionista principal es la española Repsol. Con la bandera de exclusiva defensora del interés nacional, desplazaría además del control al grupo Eskenazi, que tiene el 25% de la petrolera.
La línea argumental será que tanto las islas Malvinas como YPF son dos casos de "soberanía perdida" que debe ser recuperada por un gobierno decidido.
Mientras la jefa del Estado se encerró ayer en Olivos para preparar su discurso, ganaba terreno ayer la idea de una intervención o un resquicio legal para hacerse del control de YPF. Una estatización requeriría recursos de los que hoy no dispone la decreciente caja del Tesoro.
Hipótesis
Sin embargo, también se estudiaba un proyecto de ley para que la Anses compre acciones de YPF en el mercado bursátil hasta que el Estado tome el control. Otros arriesgaban la creación de un modelo mixto, al estilo Petrobras, de Brasil, donde el presidente de la empresa lo pone el gobierno.
Dentro del Gobierno aseguran que la nueva estrategia de apelar al patriotismo de la opinión pública para disimular los problemas de la coyuntura, como la inflación, el ajuste económico, la inseguridad o la crisis ferroviaria, comenzó con la pegatina en las calles, que en fondo celeste y blanco, con el viejo logo de YPF y el mapa de las islas, destaca la consigna: "YPF y Malvinas, eternamente argentinas".
El Gobierno acorraló a la empresa: las provincias petroleras la amenazan con quitarle concesiones; la Comisión Nacional de Valores anuló la última reunión de directorio.
En cuanto al conflicto con Gran Bretaña, la Presidenta redoblaría la propuesta. La Cancillería propuso ayer convertir a la Unión Europea en árbitro del conflicto por las islas Malvinas luego de que el Reino Unido apeló a ese organismo para quejarse por las restricciones comerciales a las importaciones de productos de ese país. La intervención de la UE se limitó al plano estrictamente comercial y no al fondo del conflicto, como entendió la Cancillería mediante un comunicado oficial. También la Presidenta podría anunciar otras medidas contra el gobierno británico de David Cameron.
Cristina Kirchner rescatará además la cancelación del Boden 2012 por 20.000 millones de dólares, aunque está en duda si podrá avanzar en el anuncio de un acuerdo con el Club de París.
Podría también referirse a las negociaciones paritarias, especialmente en el gremio docente; a su relación con la CGT; la reforma en los planes sociales, y a la necesidad de revertir el déficit en las cuentas públicas con la "sintonía fina" y de frenar las importaciones para evitar la fuga de dólares.
Por otra parte, ayer en la Casa Rosada evaluaban que en el discurso de hoy de inauguración de las sesiones ordinarias la Presidenta podría hacer referencia a una nueva ley de entidades financieras, la reforma de la carta orgánica del Banco Central y la promoción de nuevos créditos para la industria y el sector hipotecario..

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