Nicolás Richotti, alero del CB Canarias de la segunda división del básquet español, se refirió a la posibilidad de vestir la camiseta nacional y remarcó que si lo llaman, no dudaría un instante en viajar a la Argentina. Se consagró campeón con su equipo de la Copa Principe de España.
"Si me llaman de la selección viajo ya. Me subo a un avión, no lo pensaría ni un segundo", expresó el argentino, quien en la noche del martes se consagró campeón de la Copa Príncipe de Asturias, luego de que su equipo derrotase en la final a Ford Burgos, por 93 a 85.
"Sé que se dicen cosas por lo que veo por Internet. Pero no le doy mayor importancia. Trato de poner los pies sobre la tierra, porque hay muy buenos jugadores", sostuvo el basquetbolista bahiense en declaraciones a Télam.
Nicolás es hijo de Marcelo, que también se desempeñó como base en Peñarol de Mar del Plata y Gimnasia de Comodoro Rivadavia, entre otros equipos, y hoy conduce al equipo patagónico en la Liga Nacional.
Este deportista de 25 años y se inició en el Torneo Nacional de Ascenso (TNA) en Hindú Club de Resistencia.
El alero de Canarias recalcó que el objetivo principal en lo que resta de la temporada es "hacer una gran Liga y ascender" a la prestigiosa ACB de la primera división del básquetbol español.
"Será un premio a tanto sacrificio y esfuerzo que hice desde que llegué a Europa", consideró.
“Me fui chico de mi casa y arranqué desde muy abajo porque la
luché en todas las categorías”, destacó.
El ex basquetbolista del filial del Real Madrid, donde conoció al cordobés Pablo Prigioni, quien juega en su misma posición, está en su segunda temporada en el equipo insular, que a 13 jornadas para finalizar la liga LEB Adecco, le lleva tres puntos al segundo (Ford Burgos).
“Nuestro equipo convierte muchos puntos, hacemos hincapié en
el juego interior y con otras opciones, además tenemos en claro que
si tenemos un tiro libre o una buena opción no tenemos que dudar”,
sostuvo.
“En defensa jugamos duro y para que el rival tire incómodo, para cargar el rebote y contraatacar”, agregó.
Por último, Nicolás contó que su padre “no puede ver los partidos”, pero indicó que en los períodos de receso trabajan juntos, especialmente, en los conceptos del juego.
“Somos muy unidos y hablamos de todo con respecto a nuestros
trabajos. Trata de motivarme y de apoyarme, no puede ver los juegos
pero siempre está pendiente de los resultados”, insistió.
“Me gustaría que mi papá me dirija, porque no, pero creo que
por ahora no es el momento, ya que luché mucho por estar donde me
toca ahora, con la chance de ascender. Igualmente me gustaría jugar
en equipos como Gimnasia o Peñarol, donde estuvo él”, reconoció.
Richiotti jugó en Náutico Rada Tilly, luego pasó por Hindú de Resistencia y más tarde se fue a Italia en la temporada 2005/06.
En la península vistió las camisetas del Bari (C1), Campobasso (C1) y Róvigo (C2), antes de incorporarse al San Isidro de la Liga EBA, el filial del Real Madrid, en la LEB Plata, para luego derivar en el Isla de Tenerife Socas Canarias y luego en el CB Canarias.
"Sé que se dicen cosas por lo que veo por Internet. Pero no le doy mayor importancia. Trato de poner los pies sobre la tierra, porque hay muy buenos jugadores", sostuvo el basquetbolista bahiense en declaraciones a Télam.
Nicolás es hijo de Marcelo, que también se desempeñó como base en Peñarol de Mar del Plata y Gimnasia de Comodoro Rivadavia, entre otros equipos, y hoy conduce al equipo patagónico en la Liga Nacional.
Este deportista de 25 años y se inició en el Torneo Nacional de Ascenso (TNA) en Hindú Club de Resistencia.
El alero de Canarias recalcó que el objetivo principal en lo que resta de la temporada es "hacer una gran Liga y ascender" a la prestigiosa ACB de la primera división del básquetbol español.
"Será un premio a tanto sacrificio y esfuerzo que hice desde que llegué a Europa", consideró.
“Me fui chico de mi casa y arranqué desde muy abajo porque la
luché en todas las categorías”, destacó.
El ex basquetbolista del filial del Real Madrid, donde conoció al cordobés Pablo Prigioni, quien juega en su misma posición, está en su segunda temporada en el equipo insular, que a 13 jornadas para finalizar la liga LEB Adecco, le lleva tres puntos al segundo (Ford Burgos).
“Nuestro equipo convierte muchos puntos, hacemos hincapié en
el juego interior y con otras opciones, además tenemos en claro que
si tenemos un tiro libre o una buena opción no tenemos que dudar”,
sostuvo.
“En defensa jugamos duro y para que el rival tire incómodo, para cargar el rebote y contraatacar”, agregó.
Por último, Nicolás contó que su padre “no puede ver los partidos”, pero indicó que en los períodos de receso trabajan juntos, especialmente, en los conceptos del juego.
“Somos muy unidos y hablamos de todo con respecto a nuestros
trabajos. Trata de motivarme y de apoyarme, no puede ver los juegos
pero siempre está pendiente de los resultados”, insistió.
“Me gustaría que mi papá me dirija, porque no, pero creo que
por ahora no es el momento, ya que luché mucho por estar donde me
toca ahora, con la chance de ascender. Igualmente me gustaría jugar
en equipos como Gimnasia o Peñarol, donde estuvo él”, reconoció.
Richiotti jugó en Náutico Rada Tilly, luego pasó por Hindú de Resistencia y más tarde se fue a Italia en la temporada 2005/06.
En la península vistió las camisetas del Bari (C1), Campobasso (C1) y Róvigo (C2), antes de incorporarse al San Isidro de la Liga EBA, el filial del Real Madrid, en la LEB Plata, para luego derivar en el Isla de Tenerife Socas Canarias y luego en el CB Canarias.
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