La crisis financiera que golpea a Europa ocupa un lugar protagónico en la reunión de ministros de Economía y titulares del Banco Central del G-20 que se desarrollará en París a partir de este viernes, del que tomará parte el titular del Palacio de Hacienda, Amado Boudou.
De esta forma, los problemas de deuda que enfrentan varios países del Viejo Continente desplazan de algún modo de la agenda el progreso alcanzado en torno a las políticas de mediano y largo plazo pautadas en el foro del G-20 concretado a inicios de año destinado a corregir los "desbalances globales" y generar empleo y crecimiento sostenido.
En medio de la crisis, la prioridad es ahora la estabilidad financiera mundial y la restauración de la confianza para la normalización del flujo de capitales.
El ministro Boudou partirá esta noche con destino a la capital francesa. La delegación argentina también estará integrada por el vicepresidente del Banco Central, Miguel Pesce.
En tanto, el jefe de Gabinete de Asesores, Guido Forcieri, ya se encuentra en París participando de las deliberaciones previas.
Con pocas expectativas en definiciones concretas, los temas urgentes a tratar pasan ahora porque Europa logre demostrar que puede tomar medidas para hacer frente a la actual crisis, y evitar que la misma se propague.
Argentina, en tanto, apoyará la coordinación de políticas en Europa para salir de la difícil coyuntura, pero seguirá crítica con el uso de medidas de ajuste para llevarlos a cabo, ya que cree que atentan contra los objetivos de crecimiento y empleo.
A menos de tres semanas de la última cumbre realizada en Washington, donde los países se comprometieron a realizar una acción "acertada y coordinada" para enfrentar la crisis de Europa y EEUU, hay pocas cartas para mostrar.
El anuncio realizado el fin de semana por el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, de que estaría listo un plan que se conocerá el 23 de octubre en la próxima cumbre de presidentes de la Unión Europea, creó una especie de impasse en las acciones de los países del G20 y dejó con poca sustancia a los anuncios de este encuentro.
De hecho, fuentes del ministro francés dijeron a la prensa internacional que la cumbre de ministros de este fin de semana es una especie de "preparatoria de la cumbre de la UE".
Con lo cual, indicaron fuentes de Economía a Télam "más bien se está trabajando en tener medidas concretas para la próxima cumbre de Presidentes", que tendrá lugar el próximo 3 o 4 de noviembre.
A modo de ejemplo, el tema commodities, prioritario en la agenda, también quedó empañado por la crisis. Las soluciones para incrementar la oferta y lograr al seguridad alimentaria para los países de bajos recursos ceden terreno a los problemas de volatilidad de precio y arbitrajes financieros.
Al respecto, trascendió que los países adscribirán el cumplimiento de medidas para los mercados de derivados del OTC (over the counter, en inglés, que refiere a pactos por fuera del mercado entre dos partes), para transparentar dicha plataforma de comercialización de los productos financieros, que antes de la crisis internacional del 2008 eran prácticamente monopolizadas a través de Bancos de Wall Street.
En la previa, el Financial Stability Board, compuesto por países que velan por la supervisión de la regulación del sistema financiero mundial (del que también es miembro la Argentina), emitió un comunicado el 11 de octubre donde urgió a los países el G-20 a una rápida puesta a punto la nueva legislación y regulación y legislación necesaria para cumplir con la meta de pasar a plataformas más transparentes de intercambio para fines del 2012, según la voluntad de la cumbre de presidentes efectuada el Pittsburg en el 2009.
Asimismo, el fortalecimiento de la regulación y supervisión bancaria (shadow banking); de trabajar en soluciones alternativas para lograr financiamiento, como el impuesto a las transacciones financieras que promueve Alemania; y dotar a las instituciones multilaterales de más herramientas para hacer frente a la necesidades de liquidez de países en problemas, son parte de los tópicos de discusión.
En medio de la crisis, la prioridad es ahora la estabilidad financiera mundial y la restauración de la confianza para la normalización del flujo de capitales.
El ministro Boudou partirá esta noche con destino a la capital francesa. La delegación argentina también estará integrada por el vicepresidente del Banco Central, Miguel Pesce.
En tanto, el jefe de Gabinete de Asesores, Guido Forcieri, ya se encuentra en París participando de las deliberaciones previas.
Con pocas expectativas en definiciones concretas, los temas urgentes a tratar pasan ahora porque Europa logre demostrar que puede tomar medidas para hacer frente a la actual crisis, y evitar que la misma se propague.
Argentina, en tanto, apoyará la coordinación de políticas en Europa para salir de la difícil coyuntura, pero seguirá crítica con el uso de medidas de ajuste para llevarlos a cabo, ya que cree que atentan contra los objetivos de crecimiento y empleo.
A menos de tres semanas de la última cumbre realizada en Washington, donde los países se comprometieron a realizar una acción "acertada y coordinada" para enfrentar la crisis de Europa y EEUU, hay pocas cartas para mostrar.
El anuncio realizado el fin de semana por el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, de que estaría listo un plan que se conocerá el 23 de octubre en la próxima cumbre de presidentes de la Unión Europea, creó una especie de impasse en las acciones de los países del G20 y dejó con poca sustancia a los anuncios de este encuentro.
De hecho, fuentes del ministro francés dijeron a la prensa internacional que la cumbre de ministros de este fin de semana es una especie de "preparatoria de la cumbre de la UE".
Con lo cual, indicaron fuentes de Economía a Télam "más bien se está trabajando en tener medidas concretas para la próxima cumbre de Presidentes", que tendrá lugar el próximo 3 o 4 de noviembre.
A modo de ejemplo, el tema commodities, prioritario en la agenda, también quedó empañado por la crisis. Las soluciones para incrementar la oferta y lograr al seguridad alimentaria para los países de bajos recursos ceden terreno a los problemas de volatilidad de precio y arbitrajes financieros.
Al respecto, trascendió que los países adscribirán el cumplimiento de medidas para los mercados de derivados del OTC (over the counter, en inglés, que refiere a pactos por fuera del mercado entre dos partes), para transparentar dicha plataforma de comercialización de los productos financieros, que antes de la crisis internacional del 2008 eran prácticamente monopolizadas a través de Bancos de Wall Street.
En la previa, el Financial Stability Board, compuesto por países que velan por la supervisión de la regulación del sistema financiero mundial (del que también es miembro la Argentina), emitió un comunicado el 11 de octubre donde urgió a los países el G-20 a una rápida puesta a punto la nueva legislación y regulación y legislación necesaria para cumplir con la meta de pasar a plataformas más transparentes de intercambio para fines del 2012, según la voluntad de la cumbre de presidentes efectuada el Pittsburg en el 2009.
Asimismo, el fortalecimiento de la regulación y supervisión bancaria (shadow banking); de trabajar en soluciones alternativas para lograr financiamiento, como el impuesto a las transacciones financieras que promueve Alemania; y dotar a las instituciones multilaterales de más herramientas para hacer frente a la necesidades de liquidez de países en problemas, son parte de los tópicos de discusión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario