Francisco Álvarez, Ingeniero de Minas nacido y criado en Andalgalá, sostiene que Alejandro Páez está obligado a promover la actividad minera porque así lo dispone la Carta Orgánica.
- ¿Por qué cree que el pueblo de Andalgalá está dividido respecto de la visión de la actividad minera, y qué cosas deben cambiar para que estas divergencias se superen?
- En realidad, se me ocurre que es una división ficticia, puesto que en cuanto aquellos que fueron engañados por un pequeño grupo de personas, muy hábiles en su hacer comunicacional, tomen en cuenta esta situación, esa “división” tenderá a desaparecer. ¿Por qué digo engañados? Porque han instalado el miedo en parte de la población haciéndoles creer que todos moriríamos de cáncer u otras enfermedades, que nos quedaríamos sin agua, que se padecerían deformaciones congénitas y otras cosas horribles si se trabaja la mina Agua Rica. Esta es la realidad, hoy, en mi ciudad. Tal vez pueda revertirse esto con una fuerte política comunicacional por parte del gobierno, que explique por qué todo lo que se afirma no tiene asidero técnico, económico, social, político y hasta carece de sentido común. Debiera mostrar lugares como Bingham Canyon en Utah, donde la gran minería coexiste pacíficamente con el resto de las actividades, o Mina Martha, en Waihi, Nueva Zelanda, donde se trabaja una mina de oro en medio de la ciudad sin mayores inconvenientes.
-La mayor polémica se centra en si la minería contamina o no. También sobre la validez de los estudios que se han efectuado al respecto, sobre todo a la calidad del agua de los ríos y del aire ¿Cuál es su posición sobre este tema?
- Está demostrado a lo largo y ancho del mundo, que la gran minería no produce efectos nocivos en la salud humana ni en el ambiente que lo rodea, puede modificar su apariencia, pero sin provocar desastres. El informe Stamboulian está hecho por profesionales de primera línea y con una rigurosidad extrema. Personas entrenadas para engañar, tratan de sembrar dudas acerca de la honestidad de esos profesionales; cuando uno tiene un título de grado, sabe lo que es la ética y el profesionalismo. Eso hace que confíe plenamente en su informe; lo mismo vale para los profesionales y técnicos de la UGAP (Unidad de Gestión Ambiental de la Provincia), a quienes conozco y sé de la seriedad con que trabajan. Vivo en Andalgalá y la calidad del agua de los ríos o del aire, no se modificó en absoluto. Aquellos que hacen correr el rumor de contaminación, no toman conciencia del mal que le hacen a Andalgalá, divulgando disparates. Cualquier persona u organización puede ir a mi ciudad y no encontrará ningún atisbo de algo perjudicial debido a la actividad minera.
- ¿Está de acuerdo con relación a que la minería aún no ha dejado los beneficios que todos los catamarqueños esperábamos? ¿Por qué?
Esta es una cuestión económica que no tiene nada que ver con las técnicas mineras ni con el ambiente. Estoy convencido que si no hubiera estado Minera Alumbrera, allá por los años 2000 al 2002, la provincia hubiera estallado; los aportes de esta empresa que recibió el estado fueron claves para paliar la crisis. Podemos atribuir al gobierno y a la empresa culpas bien fundamentadas, en el manejo socio-económico de la cuestión, pero también es cierto que mucha gente cree -especialmente los del oeste provincial-, que una sola empresa será la salvación y que por el solo hecho de ser catamarqueño, recibirá todos los meses un sobre con dinero de la minería. Por ahí se dice que Alumbrera trajo más pobreza, eso es algo inentendible ¿Significa que todos los catamarqueños que trabajan o le venden algo a esa empresa están peor que antes de hacerlo? Debemos darnos cuentas que con una sola empresa no alcanza para solucionar los problemas.
Acá, en Andalgalá, podemos ver muchas obras realizadas con los fondos de regalías minera, como la limpieza y encauce del río Andalgalá. Con esto nos olvidamos para siempre que el río puede volver a su antiguo cauce; construcción de plantas potabilizadoras en tres distritos; casi 60 kilómetros de canales impermeabilizados. Veredas (el andalgalense estaba acostumbrado a caminar por la calle); la hermosa nueva terminal; Auto camping en tres distritos; la adquisición de maquinaria semi pesada para el municipio y muchas obras más, que a su vez dieron trabajo durante un par de años o más a casi setecientos obreros locales. Quiero dejar constancia que no soy pereísta, sino simplemente objetivo: las obras están y quedarán, más allá de quien sea el gobernante de turno.
- ¿Cómo interpreta usted que en las últimas elecciones haya triunfado el candidato a intendente (Alejandro Páez) que se manifestó en contra de la actividad minera? ¿Qué cree que hará o deberá hacer en su futura gestión?
- En marzo del 2011, hubo siete candidatos a intendente: cuatro claramente a favor de la actividad minera y tres, también claros, en contra de la misma. En realidad, cuando se contabilizan los votos pro y anti-minería, se cae en la cuenta de que hay un 65% de votos a favor de la minería. Lo que ocurrió, es que los principales candidatos del FCS y del FPV fueron divididos y eso generó el triunfo de Páez. Ojalá que el intendente electo aproveche debidamente los fondos de regalías mineras; aunque tendrá serios problemas cuando quiera promover el turismo, puesto que, como dije más arriba, los dislates de los antimineros se han desparramado por todo el país, haciendo creer que estaba “todo contaminado”. Si una persona de La Pampa o cualquier provincia alejada de la nuestra, o extranjeros, escucha eso y si pensó en viajar al Noroeste, seguro que evitará nuestra ciudad. Para atraerlo, deberá demostrar que no es cierto, que son exageraciones o equivocaciones; pero eso conlleva una contradicción insalvable.
- ¿Cuál cree usted que será la actitud del futuro intendente, una vez en el cargo, respecto de la actividad minera?
- Si el futuro intendente no permite la minería, se hará pasible de un juicio político o alguna sanción, puesto que los artículos 143, 144, 145, 146, 147 y 148 de la Carta Orgánica Municipal, dicen de manera concluyente que se debe promover esta actividad. Por otro lado, el intendente electo también tendrá que buscar -y rápidamente- la manera de generar fuentes de trabajo con una remuneración acorde al costo de vida. Caso contrario, tendrá un éxodo masivo de aquellos andalgalenses que no emigraron, esperando la apertura de Agua Rica. Si no tienen esa posibilidad, seguramente buscarán otros horizontes.
Diez segundos, varias horas
Álvarez grafica lo que considera la desventaja que tienen los especialistas en materia minera a la hora de explicar a la población que la actividad no conlleva riesgos. Dice Álvarez “¿Cuánto tarda un activista en decirle a una persona que no tiene idea de lo que es la minería, diciéndole ‘Usted y toda su familia morirán de cáncer si trabaja Agua Rica`? Un mensaje falso, pero contundente. No más de diez segundos. ¿Cuánto tarda un entendido en la materia en hacerle entender a esa misma persona lo contrario, con el miedo ya instalado? Necesita varias horas. Como el minero trabaja lejos de los centros urbanos la mayor parte del tiempo, no estamos entrenados en la interacción con los medios masivos de difusión”.
- ¿Por qué cree que el pueblo de Andalgalá está dividido respecto de la visión de la actividad minera, y qué cosas deben cambiar para que estas divergencias se superen?
- En realidad, se me ocurre que es una división ficticia, puesto que en cuanto aquellos que fueron engañados por un pequeño grupo de personas, muy hábiles en su hacer comunicacional, tomen en cuenta esta situación, esa “división” tenderá a desaparecer. ¿Por qué digo engañados? Porque han instalado el miedo en parte de la población haciéndoles creer que todos moriríamos de cáncer u otras enfermedades, que nos quedaríamos sin agua, que se padecerían deformaciones congénitas y otras cosas horribles si se trabaja la mina Agua Rica. Esta es la realidad, hoy, en mi ciudad. Tal vez pueda revertirse esto con una fuerte política comunicacional por parte del gobierno, que explique por qué todo lo que se afirma no tiene asidero técnico, económico, social, político y hasta carece de sentido común. Debiera mostrar lugares como Bingham Canyon en Utah, donde la gran minería coexiste pacíficamente con el resto de las actividades, o Mina Martha, en Waihi, Nueva Zelanda, donde se trabaja una mina de oro en medio de la ciudad sin mayores inconvenientes.
-La mayor polémica se centra en si la minería contamina o no. También sobre la validez de los estudios que se han efectuado al respecto, sobre todo a la calidad del agua de los ríos y del aire ¿Cuál es su posición sobre este tema?
- Está demostrado a lo largo y ancho del mundo, que la gran minería no produce efectos nocivos en la salud humana ni en el ambiente que lo rodea, puede modificar su apariencia, pero sin provocar desastres. El informe Stamboulian está hecho por profesionales de primera línea y con una rigurosidad extrema. Personas entrenadas para engañar, tratan de sembrar dudas acerca de la honestidad de esos profesionales; cuando uno tiene un título de grado, sabe lo que es la ética y el profesionalismo. Eso hace que confíe plenamente en su informe; lo mismo vale para los profesionales y técnicos de la UGAP (Unidad de Gestión Ambiental de la Provincia), a quienes conozco y sé de la seriedad con que trabajan. Vivo en Andalgalá y la calidad del agua de los ríos o del aire, no se modificó en absoluto. Aquellos que hacen correr el rumor de contaminación, no toman conciencia del mal que le hacen a Andalgalá, divulgando disparates. Cualquier persona u organización puede ir a mi ciudad y no encontrará ningún atisbo de algo perjudicial debido a la actividad minera.
- ¿Está de acuerdo con relación a que la minería aún no ha dejado los beneficios que todos los catamarqueños esperábamos? ¿Por qué?
Esta es una cuestión económica que no tiene nada que ver con las técnicas mineras ni con el ambiente. Estoy convencido que si no hubiera estado Minera Alumbrera, allá por los años 2000 al 2002, la provincia hubiera estallado; los aportes de esta empresa que recibió el estado fueron claves para paliar la crisis. Podemos atribuir al gobierno y a la empresa culpas bien fundamentadas, en el manejo socio-económico de la cuestión, pero también es cierto que mucha gente cree -especialmente los del oeste provincial-, que una sola empresa será la salvación y que por el solo hecho de ser catamarqueño, recibirá todos los meses un sobre con dinero de la minería. Por ahí se dice que Alumbrera trajo más pobreza, eso es algo inentendible ¿Significa que todos los catamarqueños que trabajan o le venden algo a esa empresa están peor que antes de hacerlo? Debemos darnos cuentas que con una sola empresa no alcanza para solucionar los problemas.
Acá, en Andalgalá, podemos ver muchas obras realizadas con los fondos de regalías minera, como la limpieza y encauce del río Andalgalá. Con esto nos olvidamos para siempre que el río puede volver a su antiguo cauce; construcción de plantas potabilizadoras en tres distritos; casi 60 kilómetros de canales impermeabilizados. Veredas (el andalgalense estaba acostumbrado a caminar por la calle); la hermosa nueva terminal; Auto camping en tres distritos; la adquisición de maquinaria semi pesada para el municipio y muchas obras más, que a su vez dieron trabajo durante un par de años o más a casi setecientos obreros locales. Quiero dejar constancia que no soy pereísta, sino simplemente objetivo: las obras están y quedarán, más allá de quien sea el gobernante de turno.
- ¿Cómo interpreta usted que en las últimas elecciones haya triunfado el candidato a intendente (Alejandro Páez) que se manifestó en contra de la actividad minera? ¿Qué cree que hará o deberá hacer en su futura gestión?
- En marzo del 2011, hubo siete candidatos a intendente: cuatro claramente a favor de la actividad minera y tres, también claros, en contra de la misma. En realidad, cuando se contabilizan los votos pro y anti-minería, se cae en la cuenta de que hay un 65% de votos a favor de la minería. Lo que ocurrió, es que los principales candidatos del FCS y del FPV fueron divididos y eso generó el triunfo de Páez. Ojalá que el intendente electo aproveche debidamente los fondos de regalías mineras; aunque tendrá serios problemas cuando quiera promover el turismo, puesto que, como dije más arriba, los dislates de los antimineros se han desparramado por todo el país, haciendo creer que estaba “todo contaminado”. Si una persona de La Pampa o cualquier provincia alejada de la nuestra, o extranjeros, escucha eso y si pensó en viajar al Noroeste, seguro que evitará nuestra ciudad. Para atraerlo, deberá demostrar que no es cierto, que son exageraciones o equivocaciones; pero eso conlleva una contradicción insalvable.
- ¿Cuál cree usted que será la actitud del futuro intendente, una vez en el cargo, respecto de la actividad minera?
- Si el futuro intendente no permite la minería, se hará pasible de un juicio político o alguna sanción, puesto que los artículos 143, 144, 145, 146, 147 y 148 de la Carta Orgánica Municipal, dicen de manera concluyente que se debe promover esta actividad. Por otro lado, el intendente electo también tendrá que buscar -y rápidamente- la manera de generar fuentes de trabajo con una remuneración acorde al costo de vida. Caso contrario, tendrá un éxodo masivo de aquellos andalgalenses que no emigraron, esperando la apertura de Agua Rica. Si no tienen esa posibilidad, seguramente buscarán otros horizontes.
Diez segundos, varias horas
Álvarez grafica lo que considera la desventaja que tienen los especialistas en materia minera a la hora de explicar a la población que la actividad no conlleva riesgos. Dice Álvarez “¿Cuánto tarda un activista en decirle a una persona que no tiene idea de lo que es la minería, diciéndole ‘Usted y toda su familia morirán de cáncer si trabaja Agua Rica`? Un mensaje falso, pero contundente. No más de diez segundos. ¿Cuánto tarda un entendido en la materia en hacerle entender a esa misma persona lo contrario, con el miedo ya instalado? Necesita varias horas. Como el minero trabaja lejos de los centros urbanos la mayor parte del tiempo, no estamos entrenados en la interacción con los medios masivos de difusión”.
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