La Cancillería alertó este miércoles que el Reino Unido “guardó silencio”, frente al requerimiento argentino de que brinde garantías respecto de la ausencia de armamento nuclear en el marco del despliegue militar británico en el Atlántico Sur.
Un comunicado emitido por la cancillería hace referencia a la no respuesta de Gran Bretaña a las denuncias formuladas por el canciller Héctor Timerman, en el marco de la Cumbre de Seguridad Nuclear que tuvo lugar en Seúl, entre el 26 y el 27 de marzo.
El martes, en su discurso, Timerman denunció el envío de un submarino nuclear británico con capacidad para portar armas nucleares a Malvinas, zona cuya soberanía es objeto de una disputa reconocida por las Naciones Unidas, y declarada zona libre de armamento nuclear, a la vez que exigió al Reino Unido que confirme la ausencia de armas nucleares en la región.
Desde el ministerio de Relaciones Exteriores se informó que el viceprimer ministro y delegado del Reino Unido en la citada Conferencia se limitó a calificar la denuncia argentina de “insinuaciones infundadas sin basamento”.
En esa dirección, desde el Palacio San Martín se destacó que el funcionario británico “guardó silencio frente al requerimiento argentino de que Gran Bretaña brinde garantías respecto de la ausencia de armamento nuclear en el marco del despliegue militar británico en el Atlántico Sur”.
Además, se agregó que “igual temperamento asumió el Representante Permanente Británico ante la Organización de las Naciones Unidas, en respuesta a la denuncia formulada por el Gobierno argentino el pasado 10 de febrero ante el Consejo de Seguridad de la ONU, señalando que el Reino Unido no informaba sobre los movimientos de su armamento nuclear”.
“La República Argentina recuerda que el gobierno británico ya violó los acuerdos que, en Seúl, dijo haber respetado siempre”, según se señala en el comunicado.
Además, se recordó que en 2003, el gobierno del Reino Unido admitió que algunos buques de la Fuerza de Tareas -que operó durante la guerra de 1982- “contaban con armamento nuclear, las cargas nucleares de profundidad WE177, que no fueron desarmadas de los buques al momento de la partida de la flota hacia el Atlántico Sur”.
En el mismo texto se señala que el Reino Unido “también reconoció que durante el curso de la campaña militar tales armas nucleares fueron transbordadas, ya dentro de la zona libre de armas nucleares, a otros navíos por razones de seguridad y que durante esos transbordos algunos de los contenedores de las armas nucleares sufrieron daños externos”.
El comunicado enviado desde la Cancillería concluye con la reiteración por parte del Gobierno argentino de su “preocupación de que el Reino Unido viole nuevamente la zona libre de armas nucleares en el Atlántico Sur, tal como ya lo hizo en el pasado en forma secreta, y no respete el compromiso internacional de comunicar los incidentes con material nuclear”.
En esa dirección, el Gobierno exhorta, "una vez más, al Reino Unido a que confirme la ausencia de armas nucleares en el Atlántico Sur y se avenga a cumplir con las resoluciones de las Naciones Unidas, que instan al Reino Unido y la Argentina a concluir pacíficamente la situación colonial de la Cuestión Malvinas".
El martes, en su discurso, Timerman denunció el envío de un submarino nuclear británico con capacidad para portar armas nucleares a Malvinas, zona cuya soberanía es objeto de una disputa reconocida por las Naciones Unidas, y declarada zona libre de armamento nuclear, a la vez que exigió al Reino Unido que confirme la ausencia de armas nucleares en la región.
Desde el ministerio de Relaciones Exteriores se informó que el viceprimer ministro y delegado del Reino Unido en la citada Conferencia se limitó a calificar la denuncia argentina de “insinuaciones infundadas sin basamento”.
En esa dirección, desde el Palacio San Martín se destacó que el funcionario británico “guardó silencio frente al requerimiento argentino de que Gran Bretaña brinde garantías respecto de la ausencia de armamento nuclear en el marco del despliegue militar británico en el Atlántico Sur”.
Además, se agregó que “igual temperamento asumió el Representante Permanente Británico ante la Organización de las Naciones Unidas, en respuesta a la denuncia formulada por el Gobierno argentino el pasado 10 de febrero ante el Consejo de Seguridad de la ONU, señalando que el Reino Unido no informaba sobre los movimientos de su armamento nuclear”.
“La República Argentina recuerda que el gobierno británico ya violó los acuerdos que, en Seúl, dijo haber respetado siempre”, según se señala en el comunicado.
Además, se recordó que en 2003, el gobierno del Reino Unido admitió que algunos buques de la Fuerza de Tareas -que operó durante la guerra de 1982- “contaban con armamento nuclear, las cargas nucleares de profundidad WE177, que no fueron desarmadas de los buques al momento de la partida de la flota hacia el Atlántico Sur”.
En el mismo texto se señala que el Reino Unido “también reconoció que durante el curso de la campaña militar tales armas nucleares fueron transbordadas, ya dentro de la zona libre de armas nucleares, a otros navíos por razones de seguridad y que durante esos transbordos algunos de los contenedores de las armas nucleares sufrieron daños externos”.
El comunicado enviado desde la Cancillería concluye con la reiteración por parte del Gobierno argentino de su “preocupación de que el Reino Unido viole nuevamente la zona libre de armas nucleares en el Atlántico Sur, tal como ya lo hizo en el pasado en forma secreta, y no respete el compromiso internacional de comunicar los incidentes con material nuclear”.
En esa dirección, el Gobierno exhorta, "una vez más, al Reino Unido a que confirme la ausencia de armas nucleares en el Atlántico Sur y se avenga a cumplir con las resoluciones de las Naciones Unidas, que instan al Reino Unido y la Argentina a concluir pacíficamente la situación colonial de la Cuestión Malvinas".
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