La incidencia bajó un 21% entre 1997 y 2010; afirman que podría controlarse la epidemia.
GINEBRA (AFP).- El año último se alcanzó un número récord de personas portadoras del VIH. Esto, que podría ser una mala noticia, es en realidad producto de la generalización de tratamientos que prolongan la vida de los seropositivos y alientan la esperanza de desterrar la pandemia, indicó ayer Onusida durante la presentación de su informe anual.
"Nos encontramos en la antesala de un importante hito en la respuesta al sida", afirmó el director ejecutivo de esa entidad de las Naciones Unidas, Michel Sidibé. "Hace tan sólo unos años parecía descabellado hablar sobre el fin de la epidemia a corto plazo. Sin embargo, la ciencia, el apoyo político y las respuestas comunitarias están empezando a dar frutos claros y tangibles", agregó.
"Actualmente más personas que nunca viven con el VIH, en gran parte debido al mayor acceso a los medicamentos antirretrovirales", subrayan los expertos, que cifra en 34 millones -un 17% más que en 2001- el número de seropositivos.
Esos datos reflejan "una expansión significativa del acceso al tratamiento antirretroviral, que ha ayudado a reducir las muertes relacionadas con el sida, especialmente en los últimos años", agrega. Actualmente, la mitad de los portadores del virus recibe algún tipo de tratamiento.
También subrayan que, aunque todavía hay "un gran número de nuevas infecciones", esa tendencia tiende a invertirse: en 2010 hubo 2,7 millones de nuevos casos (incluyendo 390.000 niños), un 15% menos que en 2001 y un 21% menos que en 1997, cuando la propagación había alcanzado su máximo histórico.
Y el número de muertes por sida disminuyó a 1,8 millones en 2010, frente a 2,2 millones de decesos anuales a mediados de los años 2000.
"Desde 1995, se ha evitado un total de 2,5 millones de muertes en países de ingresos bajos y medianos debido al tratamiento antirretroviral" y tan sólo en 2010 "se evitaron 700.000 muertes relacionadas con el sida", destaca el documento.
"La epidemia del sida aún no terminó, pero el final puede estar cercano si los países invierten de manera inteligente", subraya Onusida.
El organismo plantea un objetivo ambicioso: en los próximos cinco años, las inversiones adecuadas pueden impulsar la respuesta al sida hacia el logro de desterrar las nuevas infecciones por el VIH, la discriminación y las muertes relacionadas.
Los números de la pandemia
La región más afectada sigue siendo el Africa subsahariana (5% de prevalencia entre la población adulta), seguida por el Caribe (0,9%) y Rusia (0,9%).
En América latina la evolución se mantiene estable desde inicios de los años 2000 (con un 0,4% de prevalencia). También se mantiene "obstinadamente estable" en América del Norte (0,6%) y Europa occidental y central (0,2%), "a pesar del acceso universal al tratamiento, de la atención y el apoyo y de la amplia sensibilización" al tema, destaca el trabajo.
La proporción de mujeres con VIH se ha mantenido estable (alrededor del 50%), aunque hay más mujeres que hombres infectados en el Africa negra (59%) y en el Caribe (53%).
A fines de 2010, un 68% de seropositivos vivía en Africa subsahariana, donde sin embargo habita apenas el 12% de la población mundial. Desde 1998, un millón de subsaharianos muere de sida anualmente y en 2010 la mitad de los decesos por causas relacionadas con el sida en el mundo se registraron en el sur de Africa.
Así y todo, el número de contagios cayó en 33 países, 22 de ellos situados en Africa subsahariana. En el Caribe, había en 2010 unos 200.000 seropositivos (adultos y niños), frente a 210.000 en 2001. Y las nuevas infecciones se redujeron un tercio en el mismo período. Lo habría permitido "una marcada disminución en el número de niños" con VIH y en la mortalidad infantil por sida.
En América latina, el número de nuevas infecciones anuales, que registraba un descenso constante desde 1996, "se estabilizó en los primeros años del nuevo milenio y ha permanecido estable desde entonces en 100.000 por año".
El informe destaca la respuesta "completa y temprana" de Brasil, que garantizó "el acceso a los servicios de prevención y tratamiento del VIH para las personas más vulnerables y marginadas".
Actualmente, hay 2,67 millones de personas que viven con VIH en todo el mundo.
"Nos encontramos en la antesala de un importante hito en la respuesta al sida", afirmó el director ejecutivo de esa entidad de las Naciones Unidas, Michel Sidibé. "Hace tan sólo unos años parecía descabellado hablar sobre el fin de la epidemia a corto plazo. Sin embargo, la ciencia, el apoyo político y las respuestas comunitarias están empezando a dar frutos claros y tangibles", agregó.
"Actualmente más personas que nunca viven con el VIH, en gran parte debido al mayor acceso a los medicamentos antirretrovirales", subrayan los expertos, que cifra en 34 millones -un 17% más que en 2001- el número de seropositivos.
Esos datos reflejan "una expansión significativa del acceso al tratamiento antirretroviral, que ha ayudado a reducir las muertes relacionadas con el sida, especialmente en los últimos años", agrega. Actualmente, la mitad de los portadores del virus recibe algún tipo de tratamiento.
También subrayan que, aunque todavía hay "un gran número de nuevas infecciones", esa tendencia tiende a invertirse: en 2010 hubo 2,7 millones de nuevos casos (incluyendo 390.000 niños), un 15% menos que en 2001 y un 21% menos que en 1997, cuando la propagación había alcanzado su máximo histórico.
Y el número de muertes por sida disminuyó a 1,8 millones en 2010, frente a 2,2 millones de decesos anuales a mediados de los años 2000.
"Desde 1995, se ha evitado un total de 2,5 millones de muertes en países de ingresos bajos y medianos debido al tratamiento antirretroviral" y tan sólo en 2010 "se evitaron 700.000 muertes relacionadas con el sida", destaca el documento.
"La epidemia del sida aún no terminó, pero el final puede estar cercano si los países invierten de manera inteligente", subraya Onusida.
El organismo plantea un objetivo ambicioso: en los próximos cinco años, las inversiones adecuadas pueden impulsar la respuesta al sida hacia el logro de desterrar las nuevas infecciones por el VIH, la discriminación y las muertes relacionadas.
Los números de la pandemia
La región más afectada sigue siendo el Africa subsahariana (5% de prevalencia entre la población adulta), seguida por el Caribe (0,9%) y Rusia (0,9%).
En América latina la evolución se mantiene estable desde inicios de los años 2000 (con un 0,4% de prevalencia). También se mantiene "obstinadamente estable" en América del Norte (0,6%) y Europa occidental y central (0,2%), "a pesar del acceso universal al tratamiento, de la atención y el apoyo y de la amplia sensibilización" al tema, destaca el trabajo.
La proporción de mujeres con VIH se ha mantenido estable (alrededor del 50%), aunque hay más mujeres que hombres infectados en el Africa negra (59%) y en el Caribe (53%).
A fines de 2010, un 68% de seropositivos vivía en Africa subsahariana, donde sin embargo habita apenas el 12% de la población mundial. Desde 1998, un millón de subsaharianos muere de sida anualmente y en 2010 la mitad de los decesos por causas relacionadas con el sida en el mundo se registraron en el sur de Africa.
Así y todo, el número de contagios cayó en 33 países, 22 de ellos situados en Africa subsahariana. En el Caribe, había en 2010 unos 200.000 seropositivos (adultos y niños), frente a 210.000 en 2001. Y las nuevas infecciones se redujeron un tercio en el mismo período. Lo habría permitido "una marcada disminución en el número de niños" con VIH y en la mortalidad infantil por sida.
En América latina, el número de nuevas infecciones anuales, que registraba un descenso constante desde 1996, "se estabilizó en los primeros años del nuevo milenio y ha permanecido estable desde entonces en 100.000 por año".
El informe destaca la respuesta "completa y temprana" de Brasil, que garantizó "el acceso a los servicios de prevención y tratamiento del VIH para las personas más vulnerables y marginadas".
Actualmente, hay 2,67 millones de personas que viven con VIH en todo el mundo.
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