La diferencia con los nacidos por parto natural radicaría principalmente en la composición de la flora intestinal. El trabajo fue realizado por profesionales del Hospital de Infancia de Boston.
Los chicos nacidos por cesárea son más propensos a ser obesos, reafirma un estudio realizado por investigadores estadounidenses, que entre sus conclusiones desaconsejaron dar a luz de esa manera si no es estrictamente necesario por motivos clínicos.
El estudio, realizado por profesionales del Hospital de la Infancia de Boston, se centró en el análisis de la evolución de de 1.255 chicos nacidos en ese centro entre 1999 y 2002, 284 de ellos por cesárea, desde las 22 semanas de gestación hasta los tres años.
Los resultados del seguimiento mostraron que mientras sólo un 7,5 por ciento de los bebés nacidos por parto natural presentaban sobrepeso al llegar a esa edad, ese porcentaje era doblado (15,7 por ciento) por los chicos que habían llegado al mundo por cesárea.
Los autores del estudio, publicado por la revista Archives of Disease in Chilhood, atribuyen esta relación a las diferencias en la composición de la flora intestinal entre los dos grupos estudiados.
Entre los chicos nacidos por cesárea, los investigadores encontraron un mayor nivel de bacterias "firmicutes" que, según otros estudios, también abundan en los intestinos de los obesos y son uno de los factores que pueden conducir a la enfermedad.
Apuntaron, además, que ese tipo de nacimientos es más habitual entre las madres con obesidad, lo que también podría favorecer el sobrepeso de sus hijos.
Si bien para la realización del estudio se tuvieron en cuenta otros factores que podrían influir en la obesidad infantil, como la duración del período de lactancia, o el tiempo de exposición a la televisión, ninguna de esas variables presentó diferencias significativas entre los grupos.
Por esa razón, los autores del trabajo hicieron hincapié en sus conclusiones en la importancia de evitar los partos por cesárea siempre, que no sea por indicaciones médicas. "Las mujeres embarazadas que escojan un parto quirúrgico cuando no haya motivos clínicos para hacerlo deberían saber que sus hijos serán más propensos a padecer sobrepeso", advirtieron.
El estudio, realizado por profesionales del Hospital de la Infancia de Boston, se centró en el análisis de la evolución de de 1.255 chicos nacidos en ese centro entre 1999 y 2002, 284 de ellos por cesárea, desde las 22 semanas de gestación hasta los tres años.
Los resultados del seguimiento mostraron que mientras sólo un 7,5 por ciento de los bebés nacidos por parto natural presentaban sobrepeso al llegar a esa edad, ese porcentaje era doblado (15,7 por ciento) por los chicos que habían llegado al mundo por cesárea.
Los autores del estudio, publicado por la revista Archives of Disease in Chilhood, atribuyen esta relación a las diferencias en la composición de la flora intestinal entre los dos grupos estudiados.
Entre los chicos nacidos por cesárea, los investigadores encontraron un mayor nivel de bacterias "firmicutes" que, según otros estudios, también abundan en los intestinos de los obesos y son uno de los factores que pueden conducir a la enfermedad.
Apuntaron, además, que ese tipo de nacimientos es más habitual entre las madres con obesidad, lo que también podría favorecer el sobrepeso de sus hijos.
Si bien para la realización del estudio se tuvieron en cuenta otros factores que podrían influir en la obesidad infantil, como la duración del período de lactancia, o el tiempo de exposición a la televisión, ninguna de esas variables presentó diferencias significativas entre los grupos.
Por esa razón, los autores del trabajo hicieron hincapié en sus conclusiones en la importancia de evitar los partos por cesárea siempre, que no sea por indicaciones médicas. "Las mujeres embarazadas que escojan un parto quirúrgico cuando no haya motivos clínicos para hacerlo deberían saber que sus hijos serán más propensos a padecer sobrepeso", advirtieron.
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