Panorama minero: La muerte del Paso San Francisco

Mientras un pequeño grupo de antimineros se dan el lujo de parar la provincia con piquetes permanentes, la maniobra de bloqueo es facilitada por un financiamiento político externo con intereses absoluta y claramente ajenos al de los catamarqueños.
Solo a modo de ejemplo, comento que un abogado catamarqueño recibió 350.000 pesos de un mediático político y reconocido personaje nacional, para que pueda “moverse” en defensa de activistas que cortan rutas y aíslan actualmente a Catamarca.
Si bien la versión parece sacada de una “película”, lo cierto es que la penetración de grupos de bloqueo respaldados económicamente por políticos inescrupulosos, que ni siquiera nacieron en esta parte del territorio argentino, afecta gravemente el fututo de nuestra provincia y de la región.
Según parece, la oposición nacional quiere convertirse en opción de gobierno, creando problemas en jurisdicciones provinciales cuyas soluciones mantengan en vilo a las poblaciones postergadas la mayor cantidad de tiempo posible.
Con este mezquino objetivo político, aportan cuantiosos fondos con el objeto de sostener protestas y piquetes en todo el país que luego, descaradamente y con énfasis patriótico, pretenden presentar públicamente como una “causa nacional”.

Los que ganan y los que pierden
Tal vez para los pocos que hacen este malicioso juego sea solo una cuestión de ambiciones personales. Como en todo, están los que son conscientes y se enganchan en cualquiera, y las personas que desconocen y son víctimas de este desafortunado ensayo político partidario.  
Sin embargo, los catamarqueños estamos perdiendo uno de los canales de acceso más importantes que tiene la provincia. Me refiero al Paso Internacional San Francisco, que comunica a Catamarca y la región del NOA con Chile, el Océano Pacífico y el mundo.
De tal forma que se debe intervenir de manera inmediata para levantar los bloqueos, que ya merecieron la decisión de los transportistas chilenos que optaron por no comercializar más por la zona fronteriza hasta que no estén dadas las garantías para poder transitar.
El Paso San Francisco es la esperanza de esta provincia y de la región. Todos los beneficios alcanzados, y a los que aspiramos los pueblos cordilleranos y del norte argentino, van camino a desaparecer ante la mirada simplona de la Justicia local.

Libreto sospechado
Este resquicio fue aprovechado por el “director” de los piquetes para sostener con pequeños fondos a algunos bohemios sin trabajo, que no encontraron mejor manera de ganarse la vida que hacer cortes de ruta en provincias vecinas a costa de sacrificar los sueños de todo un pueblo.
Dicen que la formulación de un problema es tan importante como su solución. De hecho, sin un correcto planteo de la situación, las respuestas no llegan nunca. En este caso, sin duda, parte de nuestras complicaciones vienen de afuera y tienen estricta naturaleza política.
No estamos dispuestos a creer en todo y en cualquier cosa. También aprendimos que el otro extremo es no creer en nada y temerle a todo. No obstante, hay quienes creyendo lo peor profesan que aciertan en su supuesta postura “ambientalista”, nos incomunican y luego nos despachan con el cuento de que nos están haciendo un favor.
Las protestas, cualquiera sea su legitimad, tienen sus límites. Hay que ponerle coto a los  excesos, aun atendiendo a la letra de los manifestantes que afirman que cortando rutas de jurisdicciones, contiguas pero ajenas, se inmolan por la humanidad, al tiempo que esconden orgullosos el libreto pagado que justifica su actuación en el lugar, por meses y años.  

Una Justicia a la que le tiemblan las piernas
Si bien la Justicia tiene la obligación de tomar alguna medida al respecto, no podemos dejar solos al máximo tribunal (a esta altura tenemos la impresión de que sin algún acompañamiento no puede tomar ninguna decisión importante como Poder independiente del Estado).
El tema es que la situación del Paso San Francisco es de suma gravedad y la Justicia tiene las facultades y la obligación de concretar alguna medida al respecto. Hay mil maneras de intervenir convenientemente. ¿No se les ocurre ninguna? ¿Y a los otros Poderes tampoco?
Primero, los manifestantes afectaron derechos individuales, y ahora ponen en riesgo el desarrollo y el futuro de Catamarca y la región, por un empeño mal puesto y un cúmulo de aprensiones y prejuicios personales.

Salvar el Paso
Estoy convencido de que la búsqueda de la verdad en el debate minería - medio ambiente no tiene ninguna relación con los dogmas. Por el contrario, quienes no muestren flexibilidad en sus planteos de seguro se equivocan, y están equivocando a los demás. 
En este marco, nada es tan fatal para un país y las provincias que lo integran que la indiferencia de su gente ante situaciones que demandan plena atención de sus ciudadanos, a pesar de que tenemos que cargar no solo con las penurias de la vida diaria, sino también con las responsabilidades ya delegadas a través del voto popular.
Por esta razón, las instituciones comprometidas, organizaciones políticas, asociaciones civiles, organismos colegiados, el pueblo, el Gobierno municipal, provincial y nacional, tienen que tomar una participación más activa y no permitir que se materialice la muerte del Paso Internacional San Francisco.