lunes, 28 de mayo de 2012

La Provincia: Graves consecuencias por los Cortes en el Paso San Francisco

Gomerías, locales gastronómicos, hospedajes y artesanos relataron cómo afectó a sus negocios los bloqueos en el paso internacional, situación que los llevó a despedir empleados y buscar alternativas de trabajo para poder subsistir, y manifestaron su temor de tener que cerrar definitivamente. Además, describieron amenazas y agresiones de las que fueron víctimas por parte de los grupos antimineros. Tras meses de cortes en el Paso Internacional San Francisco por grupos antimeros, finalmente los transportistas chilenos decidieron no utilizar más dicha ruta hasta tanto no tengan garantías de transitabilidad. Pero, además del paso de los camiones, los continuos bloqueos generaron la disminución del turismo, tanto nacional como internacional en Tinogasta. Situaciones que sumado al perjuicio que genera para la provincia y el país en su conjunto, afectan gravemente a los comerciantes de las localidades que integran dicho departamento. En este sentido, AÍda Bordón, dueña del Lavadero y Gomería Paso San Francisco, relató a LA UNION que los cortes la “afectaron muchísimo, porque invertí mucho para atender los camiones. Mi lavadero y gomería es inmensa, con una infraestructura que ahora no sé cómo voy a hacer para mantenerla”. Asimismo, explicó que en su negocio tenía dos empleados estables, pero debido a la difícil situación generada a partir de los bloqueos ahora trabaja solo su familia, “porque no se puede más. Los cortes nos agotaron muchísimo”. “El transporte internacional es nulo. Los cortes afectaron no tan solo el tránsito a Minera Alumbrera, sino también el transporte a otras provincias. Los transportes dejaron de venir porque no se sienten seguros con todo lo que paso”, lamentó. Aída Bordón señaló también que es esposa del encargado del transporte Tamarugal en la Argentina, y que si bien “de alguna forma seguimos trabajando, lo que más nos duele son nuestros empleados que tuvimos que dejar ir. Teníamos gente humilde trabajando con nosotros”. Por último, la propietaria del lavadero y gomería reprochó las amenazas y agresiones que recibieron de los grupos que bloquean el paso internacional. Sin clientes “Los cortes nos afectaron porque la gente desconfía si venir o no. Llama para preguntar si el corte es general o dejan pasar a alguien. La gente de afuera tiene miedo, piensa que el bloqueo es total, teme quedarse varada. Y eso nos afecta muchísimo”, manifestó Marcos Salva, encargado de la Hostería a Los Seis Miles, ubicada en una zona rural del pueblo de Villa San Roque (Tinogasta). Salva explicó que el alojamiento trabaja con turismo nacional e internacional, pero que tuvieron una importante disminución de clientela desde que comenzaron los cortes en el Paso. “Hay muchos que directamente cancelan las reservas, otros llaman y se les explica la situación y por ahí vienen”, detalló. No obstante, las consecuencias de la merma en el trabajo llegaron al punto de dejar sin trabajo a dos empleadas. “Ahora quedamos dos nomás porque la actividad está muy mal. A pesar del fin de semana largo tuvimos el 50 por ciento de ocupación, cuando solíamos tener de 80 al 100 por ciento”, indicó el encargado de la hostería. Por último, Marcos Salva sostuvo que se pospuso una inversión a Los Seis Miles, para la construcción de más habitaciones, a raíz de la mencionada situación y pronosticó que “si los cortes continúan, el turismo se verá reducido casi en un 100 por ciento, lo que nos llevaría a cerrar e irnos a otro lado, donde se pueda invertir”. “No puede seguir sucediendo esto” FIAMBALA (C)- Patricia Pachado, propietaria de un comedor, también relató cómo afectó a su negocio los continuos cortes en el Paso San Francisco, y recordó el difícil momento que vivió junto con su familia en la ruta en uno de los bloqueos. “Había geólogos y otras personas que estaban haciendo un estudio de exploración en la Cordillera. Todos comían o llevaban la vianda de este local, pero se tuvieron que ir de Fiambalá porque (los antimineros) no les permitían pasar en Tinogasta las cosas que ellos necesitaban, además de tratarlos de la peor manera”, señaló. Ante esta situación, la dueña del comedor lamentó que no solo se vea perjudicada comercialmente, sino que además “varios jóvenes de aquí también trabajaban con los geólogos en la Cordillera y se quedaron sin nada”. Mientras tanto, Pachado comentó además que “a mí y mi familia nos tocó vivir una situación muy difícil” generada por quienes llevan adelante los cortes. “Veníamos en auto por la ruta y de pronto vimos unas piedras en el ingreso a Tinogasta, y no logré frenar del todo. Terminé rompiendo parte del paragolpe y otras cosas del vehículo. Retrocedimos para reclamarles (a los antimineros), por qué ponen piedras tan grandes atentando con la vida de los que transitamos, pero se escondieron, ya no estaban”, relató. Entonces, Patricia Pachado recordó que junto con sus hijas y otros turistas sacaron todas las piedras y gomas que había en medio de la ruta. “Para recuperar mi auto gasté una importante suma de dinero, pero qué hubiese pasado y quién se hubiese hecho cargo si le pasaba algo a mi familia. No puede seguir sucediendo esto, que un grupo de gente, que en su mayoría no son de nuestro departamento, sigan haciendo lo que se les ocurra sin medir las consecuencias y las pérdidas que ocasionan al resto de los vecinos”, afirmó.

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