Desde la madrugada hubo 36 réplicas que afectaron, sin causar víctimas, a la región de Emilia Romaña, en el centro norte del país. El domingo pasado, un terremoto dejó un saldo de siete muertos, 50 heridos y graves daños materiales.
Durante la madrugada y hasta la tarde de hoy 36 réplicas de asentamiento sísmico sacudieron una vasta zona del centro norte de Italia, con centro en Emilia Romaña, causando más terror a la miles de personas acampadas fuera de sus casas en peligro de derrumbe. El domingo pasado, un terremoto del grado 6.0 de la escala de Richter causó siete muertos, 50 heridos y gravísimos daños en una docena de pequeñas ciudades y pueblos. Palacios, castillos y edificios construidos hace 300 años en una zona de gran importancia arquitectónica e histórica fueron destruidos o severamente dañados.
También han sido enormes los daños a cientos de empresas medianas y pequeñas, con decenas de fábricas y depósitos derrumbados. Se perdieron más de 300 mil formas del famoso queso Parmiggiano Reggiano de exportación, cientos de toneladas de cerámicas y otros productos.
En la noche en provincia de Módena hubo un fuerte temblor de 4,3 grados Richter que no causó heridos. En la madrugada hubo otra réplica de 3,2 grados Richter.
Mucha gente que había vuelto a sus casas con visibles rajaduras en las paredes internas y externas o que dormía en sus automóviles, están ahora refugiados en un clima de gran temor en las “tendópolis”, verdaderas ciudades de tiendas que han construido miles de voluntarios de la Protección Civil de una docena de regiones italianas.
El epicentro del terremoto se situó a 36 kilómetros al norte de Bolonia. Los daños peores se extendieron también a las provincias de Módena y Ferrara, pero también en Mantua se han registrado muchos daños.
Las asociaciones de agricultores estiman que los productores de la zona han sufrido daños por más de 200 millones de euros por los derrumbes de galpones y la muerte de cientos de animales.
El gobierno acordó una primera ayuda de 50 millones de euros para restaurar las carreteras y edificios más dañados. Ayer se asignó un subsidio de cien euros a cada persona evacuada, que recibirá hasta una suma mensual de 600 euros. El gobierno declaró el estado de emergencia por catástrofe natural que se extenderá por lo menos hasta el 21 de julio y será renovado si es necesario.
También han sido enormes los daños a cientos de empresas medianas y pequeñas, con decenas de fábricas y depósitos derrumbados. Se perdieron más de 300 mil formas del famoso queso Parmiggiano Reggiano de exportación, cientos de toneladas de cerámicas y otros productos.
En la noche en provincia de Módena hubo un fuerte temblor de 4,3 grados Richter que no causó heridos. En la madrugada hubo otra réplica de 3,2 grados Richter.
Mucha gente que había vuelto a sus casas con visibles rajaduras en las paredes internas y externas o que dormía en sus automóviles, están ahora refugiados en un clima de gran temor en las “tendópolis”, verdaderas ciudades de tiendas que han construido miles de voluntarios de la Protección Civil de una docena de regiones italianas.
El epicentro del terremoto se situó a 36 kilómetros al norte de Bolonia. Los daños peores se extendieron también a las provincias de Módena y Ferrara, pero también en Mantua se han registrado muchos daños.
Las asociaciones de agricultores estiman que los productores de la zona han sufrido daños por más de 200 millones de euros por los derrumbes de galpones y la muerte de cientos de animales.
El gobierno acordó una primera ayuda de 50 millones de euros para restaurar las carreteras y edificios más dañados. Ayer se asignó un subsidio de cien euros a cada persona evacuada, que recibirá hasta una suma mensual de 600 euros. El gobierno declaró el estado de emergencia por catástrofe natural que se extenderá por lo menos hasta el 21 de julio y será renovado si es necesario.
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