Diario La Nación, publicó en su edición impresa y digital de ayer 21 de septiembre sobre el caso de las diferentes protestas realizadas en las escuelas de Andalgalá por las demoras en la entrega de las netbooks. Puntualizó en Matías Álvarez. joven de 19 años, quien encabezó las marchas en la escuela Polimodal de Enseñanza Técnica.
"Por extraño que parezca, en las últimas semanas esta ciudad se sacudió por los efectos de una protesta que no estuvo vinculada con la minería. Esta vez, los que recurrieron a los piquetes para hacer oír sus reclamos fueron los estudiantes secundarios, descontentos por el retraso en la entrega de netbooks, prometidas por el Gobierno.
Uno de los líderes de la protesta, que suspendió las clases por dos semanas y que incluyó cortes de calles con quema de cubiertas y tomas de colegios, fue Matías Alvarez, presidente del centro de estudiantes de la Escuela Polimodal de Enseñanza Técnica. "Nos movilizamos porque nos habían prometido que las computadoras iban a estar en agosto del año pasado, pero pasaba el tiempo y nadie nos daba respuestas", explica Alvarez, que cursa tercer año pese a que acaba de cumplir los 19.
"No es una protesta para hacer quedar mal al gobierno nacional, sino contra la Anses de Catamarca, que nunca nos dio una explicación", agrega el joven, con el pelo peinado hacia arriba, al estilo del Kun Agüero, y con una trencita larga y finita, que le cae sobre la espalda.
La medida sólo se levantó luego de que el Ministerio de Educación de la Nación se comprometió a entregar las máquinas este mes y no en noviembre, como les habían dicho al principio. "Pensamos que iban a ser un par de días, pero se unieron todos los colegios", dice Alvarez, en el hall de su escuela, donde, según él mismo cuenta, "en los días de lluvia se moja más adentro que afuera".
Hijo de un portero de escuela y de un ama de casa, Alvarez trabaja como tornero los fines de semana. Sin una ideología política definida y con una fuerte desconfianza hacia los políticos, dice que no decidió si continuará su militancia después de dejar la escuela.
Tras ordenar silencio con un chistido a un grupo de compañeros que juegan de mano en el hall, cuenta que simpatiza con Cristina Kirchner, pero que se quedó con las ganas de votarla porque no figuraba en el padrón".
Uno de los líderes de la protesta, que suspendió las clases por dos semanas y que incluyó cortes de calles con quema de cubiertas y tomas de colegios, fue Matías Alvarez, presidente del centro de estudiantes de la Escuela Polimodal de Enseñanza Técnica. "Nos movilizamos porque nos habían prometido que las computadoras iban a estar en agosto del año pasado, pero pasaba el tiempo y nadie nos daba respuestas", explica Alvarez, que cursa tercer año pese a que acaba de cumplir los 19.
"No es una protesta para hacer quedar mal al gobierno nacional, sino contra la Anses de Catamarca, que nunca nos dio una explicación", agrega el joven, con el pelo peinado hacia arriba, al estilo del Kun Agüero, y con una trencita larga y finita, que le cae sobre la espalda.
La medida sólo se levantó luego de que el Ministerio de Educación de la Nación se comprometió a entregar las máquinas este mes y no en noviembre, como les habían dicho al principio. "Pensamos que iban a ser un par de días, pero se unieron todos los colegios", dice Alvarez, en el hall de su escuela, donde, según él mismo cuenta, "en los días de lluvia se moja más adentro que afuera".
Hijo de un portero de escuela y de un ama de casa, Alvarez trabaja como tornero los fines de semana. Sin una ideología política definida y con una fuerte desconfianza hacia los políticos, dice que no decidió si continuará su militancia después de dejar la escuela.
Tras ordenar silencio con un chistido a un grupo de compañeros que juegan de mano en el hall, cuenta que simpatiza con Cristina Kirchner, pero que se quedó con las ganas de votarla porque no figuraba en el padrón".
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