Un muy mal inicio de semana tuvieron los flamantes responsables del organismo creado para reemplazar a la ahora desaparecida empresa de Energía eléctrica EDECAT. En primer lugar, porque tuvieron que salir a reparar numerosos puntos de la red domiciliaria en los que se originaron cortes de energía, y además, porque el pronóstico del tiempo emanado por el Servicio Meteorológico Nacional establece para el centro y el norte del país, incluida la provincia de Catamarca, que hasta el jueves se deberán soportar temperaturas superiores a los 40º, como ayer cuando la máxima trepó a 41º a las 16.43.
Con este panorama, si no se toman previsiones urgentes para garantizar el suministro de la energía eléctrica para toda la población provincial, es muy probable que el ánimo de la gente se comience a deteriorar y los nuevos funcionarios tengan que pasar sofocones, pero no por el calor (o sí), sino por la avalancha de reclamos de parte de los usuarios.
La jornada de ayer fue caótica para los servicios, en particular en algunas zonas ya críticas de la Capital y de Valle Viejo.
Aunque no hubo comunicación oficial de parte del organismo que ahora está a cargo de la distribución de energía, las líneas que más se resintieron en el servicio fueron las de Los Pozos (en Valle Viejo), Belgrano (llega hasta el oeste de la Capital), Güemes (alimenta barrios del centro y del sur), y La Chacarita, que llega hasta Banda de Varela y otros puntos cercanos.
Los llamados de la gente desbordaron los teléfonos de la guardia de la empresa, que mandó varias cuadrillas a reparar los problemas. En particular, los inconvenientes se originaron en la elevada temperatura a la que deben trabajar los transformadores, que tienen un límite de 100 grados centígrados, pero suelen hacerlos operar hasta los 110 grados. Superado ese umbral, los equipos entran en falla y pueden quemarse, con lo cual el perjuicio sería aún mayor.
La creciente demanda de electricidad, sostenida por el funcionamiento de los equipos de refrigeración, hizo colapsar las líneas con la saturación de la temperatura de los transformadores.
Al margen de los problemas, se confirmó que ya se hicieron funcionar las tres centrales de generación de energía instaladas para aportar un considerable caudal de electricidad hacia las líneas de la Capital, Valle Viejo, Fray Mamerto Esquiú y otros departamentos. Sin embargo, no se advierte el impacto de esta energía extra para aliviar la demanda de los usuarios.
Con este panorama, si no se toman previsiones urgentes para garantizar el suministro de la energía eléctrica para toda la población provincial, es muy probable que el ánimo de la gente se comience a deteriorar y los nuevos funcionarios tengan que pasar sofocones, pero no por el calor (o sí), sino por la avalancha de reclamos de parte de los usuarios.
La jornada de ayer fue caótica para los servicios, en particular en algunas zonas ya críticas de la Capital y de Valle Viejo.
Aunque no hubo comunicación oficial de parte del organismo que ahora está a cargo de la distribución de energía, las líneas que más se resintieron en el servicio fueron las de Los Pozos (en Valle Viejo), Belgrano (llega hasta el oeste de la Capital), Güemes (alimenta barrios del centro y del sur), y La Chacarita, que llega hasta Banda de Varela y otros puntos cercanos.
Los llamados de la gente desbordaron los teléfonos de la guardia de la empresa, que mandó varias cuadrillas a reparar los problemas. En particular, los inconvenientes se originaron en la elevada temperatura a la que deben trabajar los transformadores, que tienen un límite de 100 grados centígrados, pero suelen hacerlos operar hasta los 110 grados. Superado ese umbral, los equipos entran en falla y pueden quemarse, con lo cual el perjuicio sería aún mayor.
La creciente demanda de electricidad, sostenida por el funcionamiento de los equipos de refrigeración, hizo colapsar las líneas con la saturación de la temperatura de los transformadores.
Al margen de los problemas, se confirmó que ya se hicieron funcionar las tres centrales de generación de energía instaladas para aportar un considerable caudal de electricidad hacia las líneas de la Capital, Valle Viejo, Fray Mamerto Esquiú y otros departamentos. Sin embargo, no se advierte el impacto de esta energía extra para aliviar la demanda de los usuarios.
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