Tras hacerse cargo de la comuna andalgalense y comenzar a revisar las cuentas municipales, Páez manifestó su preocupación por el estado en que encontró el municipio.
En diálogo con Radio Ancasti, el nuevo intendente de Andalgalá, Alejandro Páez manifestó: “Encontramos un municipios bastante deteriorado, ingresamos el lunes a las dependencias, y ya tuvimos que comenzar a brindar los servicios públicos, tal como es el requerimiento de la sociedad, pero nos encontramos con un parque automotor devastado, con información de las computadores borradas, con dependencias comunales que funcionan de forma totalmente olvidada, con empleados municipales que no tienen la mínima seguridad laboral”, señaló el flamante jefe comunal.
En cuanto a las finanzas del municipio comentó que “la cuenta general ha quedado con muy poca plata, 80 mil pesos y lo que sí quedó son 21 millones de pesos en las cuentas de regalías mineras”.
Sin embargo, dijo que tras acceder a documentación financiera, advirtió que en los últimos días de la gestión de José Perea se libraron pagos por importantes sumas de dinero. “Hemos visto que se han librado cheques por vía de excepción en los últimos días de la semana pasada de 600 mil pesos para abajo y hasta hemos encontrado cheques con cantidades de hasta 2 millones de pesos”. En ese sentido, Páez detalló que durante la gestión de Perea se libraron cheques por dos millones de pesos para el pago del servicio wi-fi, una inversión cuestionada por el Tribunal de Cuentas de la Provincia.
“Hay pagos de servicios que se han hecho por dos millones de pesos, como el de wi-fi y otro, que es un convenio con una empresa cabritera, por el que también se ha pagado ese importe de dinero”, aseguró Paéz.
El desembolso millonario con al empresa cabritera tuvo que ver con la incorporación de ejemplares neocelandeses con los que se pretendía mejorar la raza caprina del oeste. Sin embargo, lamentó Paéz, “no se acompañó eso con una mejora de infraestructura”, así que “esos dos millones de pesos se fueron por la cañería”, dijo en alusión al despilfarro de recursos.
Aunque dio tranquilidad con el pago de haberes a empleados municipales, lamentó el sobredimensionamiento de la planta de empleados públicos que, dijo, incorporó 300 empleados a los 500 ya existentes y cuestionó las recategorizaciones hechas por el ex intendente, sin tener en cuenta el estatuto del empleado municipal.
“Es una tarea titánica la que hay que hacer”, dijo en alusión a la labor que le corresponde encarar para poner el municipio en orden.
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