Pasan las horas y tanto en el Gran Buenos Aires como en la Ciudad las fuerzas públicas siguen trabajando para recuperar el desastre que dejó la tormenta del miércoles, con un saldo de 17 muertos y un centenar de heridos.
El proceso es lento y en las zonas más afectadas crece la tensión: con diez mil postes de baja tensión derribados , árboles y escombros por todas partes, la circulación es muy complicada y hay muchos sectores que siguen sin luz ni agua corriente, y empiezan a faltar velas y pilas. Durante la jornada de ayer hubo reclamos y enfrentamientos en Merlo, Moreno y La Matanza , donde los vecinos denunciaron robos y saqueos .
Desde el Ministerio de Defensa de la Nación se dispuso el despliegue de efectivos del Ejército en los sectores más afectados , que junto a los equipos de Planificación y Desarrollo Social quedaron a disposición de los gobiernos municipales y están entregando equipamiento, fondos y materiales para avanzar con la reconstrucción.
El problema más grave sigue siendo la falta de luz, tanto en el Oeste como en el Sur del Conurbano. Además de destrozar torres de alta tensión, las ráfagas de viento derribaron unos 4 mil postes de luz en la zona que corresponde a Edenor (principalmente Moreno, Merlo, Ituzaingó y Morón) y 6 mil del lado de Edesur (Quilmes, Berazategui y Florencio Varela, y en menor escala Lomas de Zamora y Almirante Brown). En ambas empresas reiteraron que están trabajando con un despliegue especial de fuerzas y que las tareas se demoran porque deben esperar a tener zonas seguras antes de volver a dar servicio, para evitar el riesgo de electrocuciones. El trabajo está supeditado a la tarea de limpieza, porque hay tendidos que quedaron debajo de los escombros. Edenor puso a disposición de los municipios 80 grupos electrógenos, y en Edesur se estaba coordinando la entrega de agua mineral.
En Morón contabilizaban más de 15 mil hogares y unos 10 mil árboles afectados: el viento levantó por completo los techos de entre 60 y 70 casas . “El primer objetivo fue restablecer en plazo inmediato un ambiente seguro y seco para que cada una de estas familias pudiera estar el menor tiempo posible evacuada, y eso está logrado. Seguimos trabajando con el Comité de Crisis del que participan representantes de todos los sectores. Alrededor del 20% del territorio sigue sin luz, y estamos coordinando la distribución de agua con camiones cisterna. También tenemos un equipo de psicólogos que está trabajando para hacer un abordaje con los vecinos que vivieron situaciones de pánico. Y durante la noche redoblamos esfuerzos para disipar los delitos”, informó el intendente Lucas Ghi.
En la dirección de Infraestructura escolar continuaban relevando las escuelas provinciales para evaluar los daños y disponer las medidas necesarias para que los chicos no pierdan días de clases. Lomas de Zamora, Moreno y Merlo aparecen entre los más afectados. “Hay daños de diferente magnitud y en algunos casos los arreglos pueden llevar tiempo. Estamos acelerando los trabajos”, señaló Gonzalo Bagú, responsable del área.
Ayer por la mañana se difundió el caso de la víctima número 17, un gendarme que estaba prestando servicios en el puesto Illia del barrio Juan XXIII, en Villa Soldati. Estaba con otros tres agentes en una casilla que fue arrasada por el viento. Los otros dos siguen internados con una buena evolución.
En la Ciudad, la jueza Fabiana Schafrik hizo lugar a la denuncia que había presentado el Defensor General Mario Kestelboim por la intervención “tardía, descoordinada e insuficiente” en los sectores más vulnerables. La jueza ordenó al Gobierno porteño brindar asistencia directa en el plazo de 24 horas a los habitantes de la Villa 21/24, Villa Fátima, Villa Los Pinos, Villa 15, Villa 1-11-14 y los asentamientos Magaldi y Zavaleta. Esto incluye un relevamiento urgente del riesgo edilicio y la provisión de materiales necesarios para reconstruir viviendas; la entrega de colchones, frazadas, alimentos y agua potable en caso de que sea necesario; y el control del riesgo eléctrico
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