lunes, 16 de julio de 2012

Internacionales: Empleados públicos volvieron a marchar por las calles de Madrid contra los recortes de Rajoy

Unos mil empleados públicos españoles volvieron a protestar hoy en la capital española contra el último ajuste del gobierno de Mariano Rajoy, que pese a su dureza no consigue convencer a los mercados que mantienen su presión sobre la deuda de España.
Los trabajadores del sector público español, entre ellos bomberos, policías municipales, docentes y empleados sanitarios, lideran la respuesta al drástico recorte del Ejecutivo, que supondrá para ellos una rebaja salarial y la reducción de días libres.
Tras protagonizar ayer una protesta que se extendió hasta la madrugada, y reunió a miles de personas en las calles de Madrid, los empleados públicos, algunos de ellos llegados a la capital desde municipios cercanos, retomaron esta mañana las movilizaciones y cortaron la céntrica Gran Vía. Muchas pancartas con el lema “Esto es un atraco”, en referencia al recorte salarial, que los manifestantes consideran un “robo” a los trabajadores por parte de la dirigencia política.
La suba del IVA, que pasará del 18 al 21% y que también repercutirá en el bolsillo de la clase media española, es otra de las medidas del gobierno que más repudio está suscitando.
“Aquí va a haber un problema gordo. La gente está por encima del límite”, afirmaba Carlos, un policía madrileño, tras explicar que dejará de ganar 250 euros al mes por los recortes, según declaró a la emisora Cadena Ser. La manifestación partió desde la zona de Gran Vía en dirección a la Plaza Cibeles, donde los empleados escenificaron un “cortejo fúnebre”, por la “muerte del sector público”. Posteriormente, los manifestantes se dirigieron a la sede del PP en la madrileña calle Génova, donde se concentraron al grito de “No a los recortes, Rajoy dimisión”.
“El próximo parado (desocupado), que sea un diputado”, coreaban los manifestantes, indignados no sólo por las medidas sino por la forma en que los representantes del gobernante y derechista Partido Popular (PP) recibieron el anuncio del ajuste en el Congreso de los Diputados el pasado miércoles. La bancada del PP celebró con aplausos las medidas, bajo el argumento de que se trata de decisiones valientes y una diputada, Andrea Fabra, gritó “que se jodan” desde la tribuna, según se pudo ver en un video que circuló por las redes sociales y que provocó ira entre los ciudadanos castigados por la crisis, que pidieron su dimisión. Las palabras de Fabra alimentaron la bronca, y el viernes miles de ciudadanos protagonizaron protestas ante las sedes del PP en todo el país.
En Madrid, los empleados públicos retomaron la protesta ayer por la tarde, convocados de forma espontánea a través de las redes sociales, con la intención de acampar cerca del Congreso, pero la policía impidió que se acercaran a la zona, por lo que la manifestación terminó en una concentración en la cercana Plaza Neptuno, que se prolongó hasta la madrugada. En las redes sociales, que están siendo el principal canal de difusión de las protestas, las etiquetas #graciasfuncionarios y #FuncionarioDesobedece, son trending topics (temas más comentados) del día.
“Paraliza las injusticias que están a tu alcance”, proclaman los indignados desde la red, animando a más ciudadanos a unirse a la protesta social contra Rajoy. Las dos grandes centrales obreras del país, Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de Trabajadores (UGT), convocaron una movilización general contra los recortes para el próximo jueves, que será el termómetro para la convocatoria de una huelga general. “El gobierno tiene en sus manos evitarlo. Yo no renuncio a la huelga porque la sociedad tiene derecho a la autodefensa. Si el gobierno lo fuerza y obliga a ello, y me temo que lo está haciendo, será inevitable que se produzca", dijo hoy el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, en declaraciones a Radio Nacional de España (RNE). Toxo sostuvo que Rajoy “debe reconocer que está gobernando con un programa impuesto” y que es “contrario a su programa”, por lo que le reclamó que “convoque un referendo” sobre las medidas de ajuste.
Rajoy anunció la semana pasada un paquete de recorte de gastos y subida de impuestos para los próximos dos años y medio de 65.000 millones de euros, como contrapartida a las ayudas financieras aprobadas por los socios europeos, que le exigen un estricto cumplimiento del objetivo de déficit de la UE del 3% para 2014 desde el actual 8,9%. Gran parte de las medidas que contempla el drástico ajuste, entre ellas un recorte salarial a los empleados públicos, la suba del IVA y la reducción del seguro de desempleo, fueron aprobadas el viernes por el Consejo de Ministros español. A pesar de que el Ejecutivo español cumple con las medidas neoliberales impulsadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y Bruselas, los inversores siguen dudando de la capacidad de España para afrontar sus compromisos de deuda ante las perspectivas económicas negativas. Y ante estas dudas, la presión de los mercados sobre la deuda española no cede y el riesgo país, diferencial entre el bono español a diez años y el alemán al mismo plazo se mantiene por encima de los 500 puntos (547), con un rendimiento del 6,7%, cercano a la peligrosa barrera del 7%, a partir de la cual un país entre en zona total de rescate.

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