El nuevo gobierno socialista francés planea reformar en 2013 las condiciones del salario mínimo y el financiamiento del sistema de protección social, anunció hoy el primer ministro tras una reunión con representantes de los sindicatos y la patronal. Diez días después de acordar con sus socios europeos, el gobierno del presidente Francois Hollande buscó entre ayer y hoy generar consenso puertas adentro para encarar las reformas necesarias que permitan reducir el déficit público de Francia y hacer crecer su alicaída economía, que padece un desempleo del 10%. “Para cumplir con el compromiso del presidente deseamos permitir una evolución de las reglas de revalorización del salario mínimo con el objetivo de integrar mejor el crecimiento”, aseguró el premier Jean-Marc Ayrault en uno de los anuncios más importantes de sus casi dos meses de gestión. Ayrault precisó que un texto de ley para reformar el salario mínimo será presentado antes de fin de año y que en 2013 será revisado el sistema de pensiones, que ya fue reformado en 2011 por el gobierno de Nicolas Sarkozy para llevar la edad mínima para jubilarse de 60 a 62 años y medio gradualmente hasta 2018. La reunión entre sindicatos, patronal y gobierno incluyó siete mesas redondas donde se discutieron empleo, servicios públicos, sistema de pensiones, estímulo de la economía, igualdad hombre-mujer, salarios y capacitación profesional, dijeron representantes gubernamentales, de los sindicatos y la patronal. El tema más espinoso fue la intención de Hollande de cambiar el financiamiento de la protección social al bajar las cargas sociales a las empresas y compensar aumentando la Contribución Social Generalizada (CSG), una tasa creada en 1990 que sirve para financiar el deficitario sistema de protección social. “El costo del trabajo no puede continuar aumentando”, había anticipado ayer Hollande, que pretende lograr su objetivo de erradicar el déficit y equilibrar las cuentas en el 2017, en la inauguración de la denominada “Gran Conferencia Social”, abordando un tema considerado tabú por la izquierda francesa. El CSG se impone a todos los trabajadores a una media del 7,5% y actualmente le garantiza al Estado ingresos por 80.000 millones de euros. El aumento del CSG es defendido por el Medef, el grupo que nuclea a las empresas francesas, y el sindicato CFDT, mayoritario entre los funcionarios públicos, pero choca con la oposición frontal del resto de los sindicatos, entre ellos los dos más importantes: CGT y FO. El líder de la CGT, Bernard Thibault, dijo que el presidente “se encuentra bajo una fuerte presión patronal sobre este tema”. Por su parte, el ex candidato presidencial por el Nuevo Partido Anticapitailista (NPA) Philippe Poutou advirtió que “la próxima conferencia social será en las calles, con manifestaciones antes de fin de año”. “No podemos contentarnos con haber acordado otra cita para el diálogo en un año. Hay que tomar medidas de urgencia, estamos por pasar la barrera de 3 millones de desempleados y ya hay más de 7 millones de precarios. Sin olvidar el tema de los ingresos, unos pocos acumulan mucho y muchos se empobrecen”, concluyó Poutou ante la cadena iTélé. Frente al lugar de la reunión de ayer y hoy en París, el movimiento nacional de desempleados y precarios MNCP y diferentes grupos de capacitación profesional se manifestaron los dos días en protesta por no haber sido invitados. Portando decenas de pancartas con la frase “Vivir sí, sobrevivir no”, los manifestantes lamentaron que la reunión se interese más en los empleados que en el conjunto de la población activa. En la jornada de ayer, los desempleados coincidieron con una decena de "indignados", quienes realizaron un cacerolazo con la intención de hacer ruido durante la reunión. La convocatoria del colectivo de indignados franceses motivó el despliegue de un importante operativo de seguridad. “Con furia podemos ser 10, todos se fueron de vacaciones”, admitió uno de los indignados a la radio France Inter. En un país con escasa tradición de diálogo entre los diferentes actores sociales, el presidente fijó ayer, en el primer días de discusiones, un nuevo encuentro para dentro de un año. Además, Hollande confió su intención de inscribir en la Constitución una regla que fije la obligación de negociar las reformas entre gobierno, sindicatos y patronal, en clara intención de diferenciarse con su predecesor Sarkozy, quien se enfrentó con los sindicatos y no los recibió en sus últimos años de gobierno. “La cultura de la concertación es un pilar del modelo alemán. Sería un signo muy fuerte llegar a desarrollar una cultura social como la de Alemania”, sostuvo Laurence Parisot, presidenta del Medef. Entretanto, el ministro de Economía Pierre Moscovici anunció hoy que presentará en octubre un proyecto de ley con la intención de poner fin a las remuneraciones consideradas excesivas en el sector privado. Mientras tanto, un decreto para favorecer la igualdad hombre-mujer en el trabajo deberá ser redactado en los próximos días para ser aplicado a comienzos de 2013, informó el ministro de Trabajo Michel Sapin.
miércoles, 11 de julio de 2012
Internacionales: Francia planea reformas en el salario mínimo y en la protección social para reducir el déficit
El anunció se hizo tras una reunión con sindicalistas y empresarios. Controversia sobre la financiación de la protección social y protestas de desempleados.
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