lunes, 4 de junio de 2012
Internacionales: Siria y otros desacuerdos empañaron la cumbre entre Rusia y la Unión Europea
Rusia y la Unión Europea (UE) celebraron una cumbre informal en la ciudad rusa de San Petersburgo para debatir sobre la crisis europea y la situación política en Siria, pero el encuentro terminó sin acuerdos concretos y sólo con declaraciones de intenciones de las partes.
En el cónclave, celebrado en la ciudad natal del presidente ruso, Vladimir Putin, los líderes de la UE tomaron un primer contacto con el recientemente reasumido mandatario, quien horas antes discutió la crisis de la Eurozona con los presidentes del bloque y de su Comisión, Herman van Rompuy y José Manuel Durao Barroso.
La delegación europea llegó a San Petersburgo (antes llamada Petrogrado y Leningrado) con el objetivo de tantear la postura del nuevo presidente ruso en relación a la búsqueda nuevas de vías para solucionar el conflicto que desangra Siria, pero al abandonar la reunión no lograron cambiar un ápice la posición de Putin.
Sobre el tema las dos partes mantienen "visiones distintas", dijo Van Rompuy tras el encuentro con Putin.
Van Rompuy exhortó a Rusia a participar en la búsqueda de una solución pacífica al conflicto, que rompa "el círculo de violencia" antes de que se traduzca en una guerra civil.
Sin embargo, el presidente del Consejo Europeo se pronunció contra una intervención militar y abogó por una solución duradera y pacífica.
Aunque los líderes del bloque continental no lograron convencer a Putin para que adopte un tono más duro con su aliado sirio, las dos partes coincidieron en que el plan de paz para Siria del enviado internacional Kofi Annan es la mejor oportunidad para superar el conflicto, informó la agencia de noticias DPA.
Van Rompuy aseguró la semana pasada a la prensa rusa que los Veintisiete seguirán imponiendo sanciones internacionales al gobierno sirio de Bashar Al Assad mientras prosiga la represión contra la población civil.
Pero Rusia se opone a aprobar más sanciones internacionales que incrementen el aislamiento del país árabe o alguna resolución en el Consejo de Seguridad por considerar que las iniciativas presentadas hasta ahora sólo culpan a Damasco y no hacen referencia alguna a responsabilidades de la oposición.
Sin embargo, Van Rompuy y Barroso sí lograron el apoyo de Rusia en la gestión de la crisis financiera.
En conferencia de prensa tras la cumbre, Putin alabó a la UE por su lucha y por su profesionalidad y señaló que espera que "nuestros colegas de la eurozona logren terminar con las dificultades".
La política de la UE, dijo Putin, es "altamente profesional" y "combativa", intentando transmitir su optimismo sobre el futuro del euro, moneda en la que Rusia tiene alrededor del 40% de sus reservas.
Van Rompuy llamó a un fortalecimiento de la sociedad civil en Rusia, donde -dijo- "los derechos humanos son nuestra preocupación directa".
En protesta contra la política de Putin, al menos nueve activistas rusos abandonaron el Consejo Presidencial de los Derechos Humanos (CPDH) para el desarrollo de la sociedad civil.
Otro tema espinoso fue la obligación de visado.
Sobre el tema Putin llamó este lunes a la UE a levantar la exigencia de visado a los rusos, pues "la plena asociación es imposible mientras exista la barrera de un visado para los ciudadanos de nuestro país", dijo.
Rusia y la UE debaten desde hace tiempo sobre la posibilidad de eliminar la exigencia de visado. Bruselas no quiere poner ningún "plazo artificial" para llegar a un acuerdo, dijo una fuente del bloque.
La cumbre, en la que participaron asimismo la representante de política exterior de los 27, Catherine Ashton, y el comisario de Energía, Günther Oettinger, comenzó anoche con una cena informal.
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