miércoles, 6 de junio de 2012

Politica: Caso Ciccone: aparecen nuevas sospechas de lavado de dinero

El fondo que controla Alejandro Vandenbroele, el supuesto testaferro de Boudou, aportó 47,5 millones de pesos para levantar la quiebra de la imprenta. Pero The Old Fund no informó aún al juez Javier Consentino el origen de esa plata. La ex Ciccone Calcográfica confirmó en la Justicia que la sociedad que la controla, llamada The Old Fund, aportó 47 millones y medio de pesos para hacer funcionar la empresa, pero no informó quiénes son sus accionistas ni tampoco cuál es el origen de esa plata. Surgen así más sospechas sobre el posible lavado de dinero que se podría haber cometido en el rescate de esta compañía, ligada al vicepresidente Amado Boudou, según se desprende del expediente del caso. The Old Fund fue creada con un capital inicial de 30 mil pesos. Era controlada por una sociedad holandesa que cerró. Esa sociedad pagó viajes al exterior del hermano de Boudou, Juan Bautista; y de su socio, el millonario José María Núñez Carmona. El director es el ex monotributista Alejandro Paul Vandenbroele. Fuentes de la investigación sobre Ciccone-Boudou dijeron a Clarín que la pista sobre el lavado de divisas es la que cuenta con mayores indicios y, a la vez, con las respuestas más endebles dadas por los investigados. La información sobre los estados contables de la ex Ciccone fue entregada por el síndico de la quiebra de Ciccone al juez comercial del caso, Javier Cosentino. “Que al solicitar información adicional la concursada ha dado cuenta que dicho monto se compone de los saldos adeudados por parte de Ciccone Calcográfica S.A -ahora Compañía de Valores Sudamericana S. A- por los aportes recibidos por el accionista controlante The Old Fund S.A. En tal sentido, señala la concursada que The Old Fund S.A. ha otorgado préstamos dinerarios por $47.548.460, 75”, dice el informe que recibió Cosentino. En otro párrafo, el síndico del caso explica que “al aceptar The Old Fund pagar por cuenta y orden de Ciccone Calcográfica S.A. sus obligaciones asumió el compromiso de rendir cuentas en forma mensual por los pagos efectuados, informar cualquier pago que debiera hacer la concursada y aplicar los fondos de las cobranzas realizadas por cuenta y orden de Ciccone Calcográfica a pagos de obligaciones de esta”. En su respuesta a los pedidos del síndico -que pertenece al estudio Stolkiner & Asociados-, la empresa de Vandenbroele también admitió que retrasó los pagos de la moratoria excepcional con la que había sido beneficiada por la AFIP debido a que tenía una deuda con esa entidad de 59 millones de pesos. La ex Ciccone pagó en término solo la primera cuota de las 148 cuotas del plan que le dio el organismo recaudador. Las demás las abonó solo después de que el juez comercial de la quiebra de la empresa, Javier Cosentino, intimó a la firma a que informe sobre esa cuestión. Quien había impulsado que la AFIP le diera a la ex Ciccone las facilidades de pago que no se le dan nunca a ninguna otra empresa fue Boudou, en los tiempos en que era ministro de Economía. La razón que usó el vice para avalar esa acción fue que la empresa iba a ayudar a aumentar la recaudación fiscal. La firma tiene pasivo total de $61.696.858. El único trabajo que está realizando es la impresión de billetes de cien pesos, un contrato que firmó con la Casa de Moneda, cuya titular es Katya Daura, una funcionaria de total confianza de Boudou. La ex Ciccone cobraría 160 millones de pesos por fabricar dinero, siempre que pueda hacerlo. Por estas horas, sus máquinas no responden como deberían hacerlo: los billetes salen mal impresos. No sirven.

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