martes, 5 de junio de 2012
Internacionales: Merkel se mostró favorable a la Unión Bancaria Europea
La jefa de gobierno alemana, Angela Merkel, dijo que está abierta al establecimiento de una autoridad bancaria de la Unión Europea (UE) como una medida a largo plazo para solucionar la crisis financiera del continente, reforzar el euro y calmar la inquietud de los mercados.
El respaldo de la gobernante de la mayor economía de Europa podría ser crucial para la viabilidad de la idea de crear una autoridad que supervise y en última instancia garantice la estabilidad de los bancos, que fue propuesta primero la semana pasada por la Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la UE.
Los países más ricos del bloque, sobre todo Alemania, se habían mostrado fríos ante esta iniciativa al parecer por temor a que los lleve a tener que rescatar a los bancos de otros países.
Antes de ingresar a una reunión privada con el presidente de la Comisión, Jose Manuel Durao Barroso, la canciller Merkel dijo a periodistas que ambos iban a hablar "sobre hasta qué punto tenemos que poner, sistemáticamente, a bancos bajo una supervisión europea específica".
Y aunque expresó su disposición a considerar la idea, también subrayó que una unión bancaria no puede concebirse como una medida de aplicación y efectos inmediatos, sino más bien como una meta a largo plazo.
La autoridad monetaria conjunta de los 17 países que usan el euro es el Banco Central Europeo (bce), pero cada nación es responsable de supervisar sus propios bancos. Así que cuando las cosas salen mal, cada país debe decidir si rescata o no a sus bancos.
España, por ejemplo -ya bajo enorme presión de los mercados debido a su deuda pública y su economía en recesión-, necesita inyectar 19.000 millones de euros en fondos públicos para rescatar a su banco más problemático, Bankia, y aunque ya prometió que lo ayudará, aún no explicó de dónde provendrá el dinero.
España pidió que el nuevo fondo permanente de rescate europeo sea capaz de recapitalizar bancos de distintos países de manera directa, pero Alemania y otros países dicen que Europa no puede rescatar a bancos si no tiene supervisión sobre ellos.
Actualmente, los Estados miembros de la UE son los únicos que pueden solicitar ayuda para recapitalizar sus bancos, dado que a cambio de ello deben suscribir durísimos programas de ajuste fondomonetaristas como los que, a instancias de Alemania, se aplican actualmente en Grecia y España.
Esta posición, que básicamente obliga a los Estados a respaldar a sus bancos con medidas recesivas como los recortes presupuestales, salariales y de beneficios sociales, es defendida a capa y espada por Merkel.
Barroso sostuvo que una "unión bancaria con una supervisión financiera más integrada y garantías de depósitos" es lo que se necesita hacer para completar la unión monetaria con una verdadera unión económica, informó la agencia de noticias DPA.
Europa debe hacer "lo que sea necesario para asegurar la estabilidad de nuestra moneda", agregó.
La semana pasada, el presidente del BCE, Mario Draghi, advirtió que la institución de emisión europea no puede llenar el vacío de falta de acción de los gobiernos nacionales y que unión monetaria actual es "insostenible" si no se aplican medidas adicionales.
Draghi respaldó fuertemente el plan de la Comisión de crear un regulador bancario paneuropeo.
Merkel reiteró su convicción de que la prioridad a corto plazo en el abordaje a la crisis de deuda del bloque es combinar disciplina fiscal (ajuste) con medidas para estimular el crecimiento, ya sea reformas o uso más eficiente de los fondos disponibles.
De todos modos, se hizo eco del llamado de Barroso a reforzar la integración europea.
"Es absolutamente obvio, y lo he dicho a menudo: en la eurozona necesitamos más Europa y no menos Europa", señaló Merkel.
La jefa de gobierno alemana agregó que las instituciones europeas, como la Comisión, necesitan más poderes, "o de otro modo, una unión monetaria no puede funcionar".
El intenso debate sobre políticas económicas para apuntalar la unidad política del bloque llega justo cuando la eurozona ingresa en otro período de incertidumbre financiera y política.
Los mercados e inversores temen que España sea incapaz de sanear sus bancos, que están plagados de activos tóxicos derivados de préstamos inmobiliarios incobrables, y que tenga que seguir los pasos de Grecia, Irlanda y Portugal y pedir un rescate que, según todas las opiniones, la eurozona no podrá afrontar.
Además, en dos semanas los griegos volverán a las urnas con la posibilidad real de que elijan a un gobierno anti-ajuste que quiere denunciar los acuerdos crediticios, lo que podría forzar al país a salir del euro y tener un efecto dominó sobre España y los otros países endeudados.
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