Nacionales: Pese al conflicto, el gremio de Camioneros obtuvo un aumento menor al de otros gremios

En los días previos al conflicto que derivó en el desabastecimiento de combustible en algunas zonas del conurbano bonaerense, el interior de la provincia de Buenos Aires y otras regiones del país, los voceros del Sindicato de Camioneros insistieron en que no se moverían de su reclamo por el 30% de aumento salarial. Hace veinte días, el secretario general adjunto del gremio, Pablo Moyano, se declaraba en estado de "alerta y movilización" en todo el país, dado que las cámaras empresarias se negaban a otorgar esa cifra que reclamaban los representantes de los choferes de camiones. Con el correr de los días, las partes no se pusieron de acuerdo y el conflicto se agravó.

Aún con las negociaciones vigentes y la paritaria abierta, el sindicato decidió endurecer su posición y pasar a la acción directa, primero con el paro de la rama que se encarga del transporte de caudales, y luego con el cese de actividades en la rama de combustible, que incluyó bloqueos a distintos centros de distribución en el Gran Buenos Aires, donde se encuentran las refinerías más importantes. En la noche de ayer el conflicto llegó a su punto de mayor tensión, cuando el titular del Sindicato de Camioneros y Secretario General de la CGT, Hugo Moyano, anunció que el gremio lanzaba un paro total, en todas las ramas de la actividad.

Sin embargo, esta tarde, el titular de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) anunció que se había acordado con el sindicato una suba salarial del 25,5%, noticia que luego sería confirmada por Moyano padre y Moyano hijo en conferencia de prensa. Teniendo en cuenta como se dilató la negociación y el tenor que fue tomando el conflicto a medida que iban pasando los días, es de suponer que el aumento logrado por los Moyano ha sido sobresaliente, y que los medios ilegítimos que utilizó para conseguir sus objetivos, finalmente le dieron los resultados que buscaba.

Ahora bien: ¿Es esto realmente así? ¿Es más eficiente la metodología empleada por los Moyano, respecto de la que utilizan otros dirigentes sindicales? y por último: ¿Es el de Moyano, un modelo exitoso de representación de los trabajadores? Para responder a todas estas preguntas, es necesario prestar atención a la letra chica del acuerdo entre los camioneros y los empresarios.

En realidad, el 25,5% anunciado con bombos y platillos por empresarios y sindicalistas, es un aumento escalonado que comienza con el 12% ahora, sigue con un 7% en noviembre, y termina en marzo del año que viene con otro 6%. Si uno mide el incremento anual en términos reales, el aumento es en realidad del 19,5%. Si se compara esa cifra con los aumentos que han obtenido en negociaciones paritarias los sindicatos UOCRA y UOM (24% y 23% respectivamente), el aura de infalibilidad de Moyano comienza a desmoronarse: mientras que un trabajador de UOCRA o de la UOM, percibirá el primer mes un 24% o un 23,5% de aumento, los camioneros recibirán el 12%.

En diciembre, un metalúrgico o un constructor estarán recibiendo el mismo 24%, mientras que el camionero recién percibirá el 19,5.

Recién en marzo, un camionero empezará a recibir una mejora del 25,5%. Pero en estos ejemplos UOCRA y UOM, ya estarán negociando sus nuevos convenios. Convenios que arrancarán un 6% arriba del promedio de los camioneros. Cabe preguntarse, entonces: ¿La discusión era salarial o de otra naturaleza? ¿A quien sirvió desnaturalizar la mejora colectiva y no acatar la conciliación obligatoria?

Estas preguntas, por ahora, no tienen respuesta.