miércoles, 1 de agosto de 2012

Economia: Última cuota del Boden 2012: independencia económica y desendeudamiento

El 3 de agosto no es un día más en el calendario de vencimiento de la deuda pública. Ese día los argentinos pagaremos la última cuota del Boden 2012 entregado durante el corralito, símbolo de la peor crisis económica y social de la que tengamos memoria. Una memoria que se hace muy presente hoy, a la luz de la crisis de deuda que azota a Europa, y a países hermanos como España e Italia.
Este Gobierno ha normalizado la deuda y honrado todos sus pagos, cuota por cuota, durante los últimos 10 años. Sólo por el Boden 2012, la cuenta que pagamos los argentinos demandó 19.600 millones de dólares. Pero también se ha demostrado que se puede salir de las crisis sin ajustes. Al mismo tiempo que se pagaba la deuda, bajaba la tasa de desempleo y la mortalidad infantil; mientras nos desendeudábamos, crecimos al 8%. Esta forma de pensar una nueva economía argentina, comenzó en el 2003, con el Gobierno de Néstor Kirchner y continuó bajo la conducción de Cristina Kirchner.
Se dejó atrás una etapa nefasta para el pueblo argentino. Se dejaron atrás los modelos de la entrada fácil de capitales y especulación financiera, cuyo costo siempre lo pagaban los más humildes y que ahogaban a los sectores productivos de la economía nacional. A la hiperinflación de los 80, le siguió el hiperendeudamiento de los 90. En el 2002, la relación deuda PBI alcanzaba 166%, imposible de resistir para cualquier economía atada a los vaivenes de los mercados. Hoy, el peso de la deuda sobre la economía representa sólo el 41,6% del Producto Bruto.
La deuda con privados es de menos del 10% del Producto Bruto Interno, lo que aumenta la capacidad de gestión del Estado y permite asignar mas recursos a educación, obras, subsidios a los que mas lo necesitan. Los servicios de pago de la deuda en moneda extranjera con privados representan anualmente sólo el 6% de las exportaciones. Estos son los resultados de haber aplicado recetas propias: la reestructuración de la deuda, los canjes del 2005 y 2010, la cancelación con el FMI y la creación del Fondo de Desendeudamiento, con reservas. Soluciones que fueron generadas por el nuevo modelo económico de acumulación y defensa de los sectores del trabajo y la producción. Este gobierno fija hoy sus políticas sin condicionalidades externas. Pensando primero en los de adentro, y después en los de afuera, en una clara estrategia que prioriza la integración regional.
Al principio, nos tildaron de herejes y la comunidad internacional nos dio la espalda. Hoy, luego de la dramática quita que ofreció Grecia, y lo que aún estamos por ver en Europa, esta opinión ha cambiado en las cortes y organismos internacionales. Y esto fue sólo posible bajo una concepción de independencia económica, soberanía política y justicia social. La misma convicción que recuperó el sistema solidario de jubilaciones, Aerolíneas Argentinas, las reservas como recurso soberano, y, más recientemente, el control de YPF.
Fueron muy sabias las palabras de Néstor Kirchner, quien decía que "cada vez que nos endeudábamos, no sólo nos debilitábamos ante el mundo, sino que perdíamos nuestra capacidad de resolver". Palabras que hoy deberían ser escuchadas por el FMI y Europa para no repetir nunca más los errores del pasado. (*) Ministro de Economía y Finanzas Públicas.

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